José Antonio Marina

Editorial: Ariel

Año de publicación original: 2024

Dependemos de nuestros problemas. De las dificultades a las que nos enfrentamos y de las soluciones que aplicamos. Convivimos con estas últimas en un equilibrio basado en la aceptación de propuestas mientras sean satisfactorias o hasta que acaben agotadas. Un balanceo inestable en cuya incomodidad reside la inercia que determina nuestra historia universal: seguir sorteando obstáculos.

Sin embargo, la humanidad ha pasado más tiempo definiendo la naturaleza de los problemas que delimitando sus soluciones. Somos capaces de establecer un método científico a la hora de indagar en la naturaleza de lo que nos preocupa, pero no de qué tipo serían los remedios más efectivos. José Antonio Marina rebusca en la historia de la humanidad como banco de pruebas de donde surgieron dichas soluciones.

José Antonio Marina rebusca en la historia de la Humanidad y la convierte en un banco de pruebas para averiguar de donde surgieron las soluciones

Apuntando hacia una suerte de atlas de la psicología histórica con la que entender mejor nuestro devenir a través de nuestra capacidad para resolver contratiempos.

La ingeniería o la política, pero también el arte o la literatura sirven como ejemplo a una investigación amplísima. Historia universal de las soluciones se suma a la obra del autor publicada por la editorial Ariel. Si El deseo interminable o la Biografía de la inhumanidad servían para la creación de una teoría de la inteligencia dirigida a la búsqueda de la felicidad y la dignidad, esta Historia universal continúa pavimentando dichos esfuerzos con la creación de una Academia de las soluciones en mente con la que inspirar nuestra propia ciudadanía.

Una ciencia de la solución

Para este efecto el autor divide en tres puntos su recién inaugurada ciencia de las soluciones: en primer lugar en su identificación crítica. Crucial en nuestro sesgo cognitivo a la hora de nombrar y señalar hacia un lugar, también planteamos las soluciones que mediarán hasta nuestro objetivo. En segundo lugar, la búsqueda de soluciones. Un aspecto crítico para el filósofo en el mantenimiento de una democracia sana: "La potencia de la misma para detectar y enmendar problemas". Finalmente, la evaluación de soluciones. La capacidad crítica para identificar las mejores pero también de conformarnos con otras, meramente útiles, a la espera de que lleguen las definitivas.

Pero, ¿qué ocurre cuando la historia alcanza conclusiones satisfactorias sobre planteamientos erróneos? Su autor señala el ejemplo de Alabama como uno de los primeros estados norteamericanos en adoptar leyes de violencia de género. Una medida propuesta con el objetivo de poder aplicar más mecanismos punitivos contra las poblaciones negras en el marco de políticas segregadoras, no así para proteger a las mujeres de la violencia machista.

El filósofo dedica todo un capítulo a la cuestión catalana

Sin embargo, el beneficio responde a sensibilidades más propias de nuestro siglo, y con una externalidad positiva muy distinta a la que tenían los gobernantes que las propusieron.

Su autor hace hincapié en la conveniencia de tener en cuenta "todas las actividades creadoras en la búsqueda de soluciones". Con este objetivo en mente, Marina dedica todo un capítulo a la cuestión catalana. De la libre determinación de los pueblos a las reivindicaciones históricas. El pensador despeja la mesa de negociaciones, intentando establecer un punto neutro que sirva a sus interlocutores desde la que no fijar la vista en el problema y tratar de enmendarlo de una vez por todas.

Una historia de 'rayos gamma'

Observamos la historia a través de rayos gamma que, igual que cuando los astrónomos contemplan el cielo a través de ellas, nos permiten ver el recorrido de las fuerzas que mueven los astros, más allá de su posición fija. La ventaja de utilizar esta óptica radica para Marina en que no valoramos las implicaciones meramente morales que nos llevan a un punto concreto; sino las distintas energías que se enfocaron hacia la resolución de un problema.

Los esfuerzos de Marina se dirigen hacia la creación de una Academia de ciudadanos necesarios para proponer soluciones a los problemas del futuro

Los esfuerzos de Marina se dirigen hacia la creación de una Academia de ciudadanos, en una acepción amplia que incluye tanto a gobernantes como a gobernados, necesarios ambos para proponer las soluciones sobre las que enfrentarnos a los problemas del futuro.

Un esfuerzo que el pensador ha dispuesto en la colección de podcast del mismo nombre. En su página web, sus libros se descuelgan de una pestaña que reza materiales de construcción. Ahí es precisamente donde debemos ordenar la obra del filósofo, como manuales que pretenden servir de cimientos sobre los que construir nuestra conciencia política. Una tarea tan universal como necesaria.

Y aunque el objetivo es digno y loable, y la búsqueda final del libro no persigue nada más que hacer avanzar a la sociedad por un camino más recto y justo, llama la atención que, en algún momentos, sea precisamente la ausencia de soluciones ante problemas propuestos lo que llame la atención del texto.