Cynthia Híjar

Editorial: Yegua de Troya

Año de publicación original: 2025

No es fácil ser una chica. Y mucho menos una chica con las cosas claras y las ideas bien puestas, todas ordenadas en la cabeza. La lucha contra el patriarcado está llena de baches, de trampas y de zancadillas de un lado y del otro. La sororidad es un animal con espinas y no siempre abraza por el lado que no duele.

Y todo esto, en México, se multiplica. La sociedad mexicana, tan machista y tradicional, pelea con los estereotipos y la violencia de género. Allí se está cociendo una peligrosa generación de hombres deconstruidos, con una aparente conciencia de género tras las que se esconde la sempiterna y sencilla motivación masculina: follar.

Con todos estos palos cruzándose en las ruedas del feminismo, cada vez que una mujer levanta la voz, se la señala

Con todos estos palos cruzándose en las ruedas del feminismo, cada vez que una mujer levanta la voz y trata de escribir sobre esta lucha de clases —porque, qué es una mujer para la sociedad sino un elemento de clase baja— se la señala de adoctrinadora, aburrida y poco más que cansina.

Por eso es tan difícil reclamar la atención y la palabra. Porque de tanto gritar, las voces ya no se escuchan, ya han sido asumidas por la sociedad como ruido de fondo y no hay manera de abofetear a los idiotas que siguen con los ojos cerrados y las manos en las orejas, cantando canciones de Bertín Osborne, tratando de que la amenaza a sus privilegios pase y puedan, por fin, segur sentados viendo el partido sin que nadie les moleste.

El poder del cabaret

En ese contexto es donde se hace grande el cabaret. Desde hace tiempo, las cabareteras descubrieron que no había como contar chistes y mover el culo para que los hombres te dejaran hablar. Tontos como somos, tras la risa y la carne hemos sido históricamente incapaces de descubrir el mensaje que hay detrás.

Las cabareteras descubrieron que no había como contar chistes y mover el culo para que te dejaran hablar

Por ahí se cuela Cynthia Híjar, heredera del cabaret, mexicana, humorista, locuaz deslenguada, valiente palabrera, para contar una historia de autoficción repleta de humor y drama. La vida de Chatita Chimal contada en primera persona, una cabaretera chilanga que, tras denunciar los desmanes del patriarcado, acaba señalada y vetada en su propio país.

Por eso, tratando de huir de amenazas y vetos, deja su Europa, la Colonia Europa del D.F., por la Europa continental. Allí conocerá a otro hombre deconstruido, Herr Antifascista, un alemán dispuesto a echarle una mano. Pero no todos los males vienen del género para una chica mexicana. Ser latina y pobre tampoco ayuda en la adaptación al primer mundo de rubios.

Las yeguas de Gabriela Wiener

Esta joya de la literatura latina, cargada de mexicanismos, es un puñetazo de realidad en toda la madre de este cronista heterosexual, caucásico y acomodado. Un recuerdo entre carcajadas de que no todos tienen la vida fácil y que amar es algo más que saber besar, tocar y lamer. Amar es escuchar sin pretender sacar nada a cambio.

El príncipe de Salsipuedesberges una de las elecciones de la escritora peruana Gabriela Wiener, editora invitada en 2025 en Caballo de Troya. Wiener releva así a Sabina Urraca, que había asumido la edición de la editorial en 2023 y 2024, un papel que habían ejercido antes autores como Jonás Trueba, Luna Miguel o Lara Moreno.

Gabriela Wiener en cambio, ha ido un paso más allá. No solo será la editora sino que además ha cambiado el nombre de la misma este año para denominarse Yegua de Troya. La intención de Wiener es la de dar voz a esas escritoras sudamericanas que más que contar, gritan y que chillan historias que —estas sí que sí— merecen ser escuchadas.

Gracias a ella hemos leído este año novelas como Mandinga, de la argentina Luciana de Mello o Mientras dormías, cantabas, de la chilena N. Pino de Luna.

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