Carlos Holemans

Editorial: Arpa

Año de publicación original: 2023

Sinopsis: Karel Holemans fue un pintor belga de cierto éxito en los años 30. También era caballero templario y soñaba con la independencia de Flandes. En los años 40, tras la invasión nazi de Bélgica, trabajó como agente doble. Pero no estaba solo. Su mujer, Rachel Vanderels, era una agente de la Resistencia.

Condenado a muerte, Karel Holemans se exilió en España, donde pasó el resto de su vida y conoció a su segunda esposa. Con ella tendría un hijo, Carlos, al que le ocultó su pasado. Un pasado repleto de secretos que ahora el propio Carlos ha reconstruido tras años de investigación y con una en pregunta mente: ¿quién era realmente su padre, Karel Holemans?

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"Necesitaba entender las razones, revelar los secretos (...) y, quizás, algún día, restaurar su nombre. Para no ser yo, nunca más, el hijo de un fugitivo, de un criminal condenado a muerte". Así cierra Carlos Holemans el brillante primer capítulo de un libro apasionante.

Carlos Holemans tenía entre manos una gran historia y una enorme cantidad de documentación fruto de más de diez años de investigación. Ahora quedaba lo más difícil: contarlo. Escribirlo. Y siendo su primer libro, sorprende la habilidad del autor (publicista de profesión) para darle sentido a una vida laberíntica e hilvanar una historia repleta de personajes, anécdotas, lugares y datos históricos. El resultado es un texto realmente ágil, algo más de 300 páginas de biografía que se devoran como una novela.

Decimos biografía porque así la define el propio Holemans. Y es cierto que todo gira en torno a su padre, Karel Holemans, pero creemos que este libro es mucho más. También se traza parte de la no menos interesante vida de Rachel Vanderels, una de las conocidas como 'mamás belgas', enfermeras que vinieron a España durante la Guerra Civil para atender a los heridos republicanos; es, además, un documento que explica cómo trabajaban los espías durante la guerra; y también es un recorrido por los años más oscuros de Europa, que no dejan de impactar por mucho que se cuenten. En este caso, es sorprendente el drástico cambio de un pequeño pueblo belga con la llegada de los nazis. Los señalamientos. Las desapariciones. Las palizas. La escasez. El miedo. El horror. La necesidad de huir.

De esa necesidad de huir surge, en parte, el acercamiento de Karel Holemans a los nazis. Convertirse en espía para los alemanes era la vía más sencilla para salir del país. Karel, como leemos en el libro, era "pintor republicano para unos, nacionalista para otros, templario solo para los más íntimos. Jugaba un ajedrez muy peligroso, con blancas o negras según donde más conviniera enrocarse". Es decir, Karel Holemans podía tener enemigos en cualquier esquina.

Era un imán para los problemas. Y de todos conseguía salir airoso. Las pruebas están en esta obra fascinante con la que Carlos Holemans ha podido reencontrarse con su padre y descubrir por qué los espías no hablan.

VÍDEO | El día que Carlos Holemans descubrió (y relató) los secretos de su padre, espía nazi y caballero templario