Eduardo Manzano

Editorial: Crítica

Año de publicación original: 2025

Tenemos un problema: hay una cantidad ingente de patrimonio en nuestro país pero... ¿cómo se gestiona y se explica? La narrativa del patrimonio nos habla de su historia, pero también de su conservación.

Eduardo Manzano escribe precisamente sobre esto en España Monumental, porque vivimos en un país rico en historia, monumentos y reliquias que nos recuerdan las vivencias de nuestros antepasados. Recorre desde los edificios que componen su patrimonio, sin caer en esencias colectivas y atendiendo a las condiciones económicas, sociales y políticas, hasta las iglesias, alcazabas, conjuntos megalíticos, claustros y un larguísimo etcétera, cuya conservación depende no solo de arqueólogos e historiadores, sino de toda la población que los disfruta. Somos herederos de nuestra propia historia.

Expolios históricos y turistas listillos

Durante la Guerra de Independencia, tanto ingleses como franceses nos arrebataban botines repletos de pinturas, esculturas y objetos históricos. A lo largo de los años, la indiferencia tanto de la población como del Estado permitieron más expolios de los viajeros y coleccionistas extranjeros.

A lo largo de los años, la indiferencia de la población y del Estado permitieron los expolios

Los "robos" se cometían a plena luz del día, sin reparo ni vergüenza, un tipo de vandalismo extendido en la historia a pequeña y gran escala. En 1875, Charles Davillier presenció en la Alhambra cómo un turista inglés arrancó un azulejo de uno de los muros con un cincel y un martillo. La escena fue dibujada por Gustave Doré y publicada en Voyage en Espagne.

Muchas de esas obras fueron arrancadas o desmontadas y enviadas a América, como el patio del palacio de Vélez Blanco, actualmente en Nueva York, o las pinturas de San Baudelio de Berlanga en Soria, las cuales están repartidas por los museos del continente americano. Debemos darnos con un canto en los dientes por conocer el lugar donde se encuentran, ya que otras fueron expropiadas y actualmente continúan desaparecidas.

Ricos en yacimientos

España monumental se explaya durante buena parte de sus páginas en remarcar que vivimos en un país rico en yacimientos históricos. Y nos lo demuestra siendo profuso en ejemplos. Tanto es así, que sólo con los monumentos que todavía conservamos y que se citan en este libro podríamos escribir uno de historia.

Empezando por los descubrimientos prehistóricos. En la Sierra de la Demanda, actual Burgos, vivían una especie de homínidos que gracias a la arqueología hemos catalogado como Homo antecessor, los más antiguos descubiertos en Europa, de hace más de 800.000 años.

'España monumental' se explaya durante buena parte de sus páginas en remarcar que vivimos en un país rico en yacimientos históricos

Lo más curioso es su forma de encontrarlos: a finales del siglo XIX iban a construir lo que iba a ser una línea de ferrocarril, que terminó siendo un fracaso. La trinchera que dejaron después de las obras, décadas más tarde se convirtió en lo que hoy es el Sitio Arqueológico de Atapuerca.

Si avanzamos en el tiempo, llegamos hasta la época de la conquista romana, donde nos sonarán algunas herencias como el Acueducto de Segovia, las Murallas de Lugo o el anfiteatro y teatro de Mérida. Siguiendo con la conquista de los musulmanes dejando Al-Ándalus y monumentos como la mezquita de Córdoba. Y terminando con el siglo XIX, donde dejaron como herencia las obras de Gaudí en Barcelona.

Las herencias de los antepasados

Eduardo Manzano ha condensado la historia de los monumentos españoles en un libro de 350 páginas. En él descubrimos que nuestro país es todo un museo al aire libre. Su forma de combinar información histórica, curiosidades e ilustraciones hace que la lectura sea muy amena.

Este libro es una llamada de atención para todos aquellos amantes de la cultura

España Monumental recorre todos los lugares de la península, incluyendo las islas, a través de la mirada de los seres humanos a lo largo de la historia. Explica la construcción de catedrales, mezquitas, palacios y castillos que quedaron olvidados y abandonados, para después ser reconstruidos y protegidos. Hasta que no terminé de leer este libro no me di cuenta del peligro que corren todos estos elementos, tanto por la falta de protección como por la cantidad de turistas que vamos a admirarlos.

Este libro es una llamada de atención para todos aquellos amantes de la cultura: debemos proteger y conservar nuestras reliquias ya que son uno de los activos más importantes que nos quedan para recordar nuestro pasado.

Sigue el canal de Ahora Qué Leo en WhatsApp para estar al tanto de todas nuestras reseñas, reportajes y entrevistas.