Tenemos un problema y no todos podemos solucionarlo. María Gómez, psicóloga y divulgadora en redes sociales, nos confirma que "estamos regular", pero si bien la solución más efectiva sería ir a terapia "porque desgraciadamente muchísima gente lo necesita", hoy en día es una ilusión ya que "no todo el mundo puede permitirse a ir a terapia".

Jóvenes sin esperanza

Una situación que se ceba con la generación Z, "en los que se repite", asegura la psicóloga, "la incertidumbre y la desesperanza en el futuro".

El Instituto de la Juventud (INJUVE) recuerda que, según la OMS, entre el 10 y el 20 por ciento de los jóvenes europeos sufre algún tema de salud mental o de comportamiento, y los niños y adolescentes españoles son lo que más lo sufren a nivel europeo . Teniendo en cuenta que el coste medio de una sesión de terapia supera los 50 euros en España, no todo el mundo se lo puede permitir.

"Muchísima gente lo necesita, pero no todo el mundo puede permitirse ir a terapia"

En las redes sociales abundan los perfiles que dan consejos psicológicos, de los que nos advierte Gómez: "En las redes sociales hay tanta información y tanta gente contando su experiencia personal que, a veces, lo que te funciona a ti no tiene por qué funcionar a los demás".

Somos animales sociales

Así que, "para poner un poco de orden" y para ayudarnos a comprendernos mejor, María Gómez publica ahora La buena compañía, un libro sobre psicología, no de autoayuda, en el que nos ayudará a entender cómo funcionan las relaciones personales y qué debemos hacer para cambiar aquello que no nos guste, pero teniendo en cuenta que no todo nos corresponde a nosotros.

En estos tiempos es habitual que se nos obligue a poner todo de nuestra parte y a que tengamos que aprender de todo en cada momento, incluso de los momentos malos. Recuerda María Gómez cómo en muchas ocasiones a los niños, cuando sufren bullying, se les dice que eso "les hará más fuertes", cuando en realidad "no les toca ser fuertes".

"Tendemos a entender las emociones antes que vivirlas, y eso tiene que ver con el sistema capitalista"

"Eso pasa con las emociones", explica la autora, "que parece que tienen que tener un sentido, un fin, y tendemos a entenderlas antes que vivirlas". Ser productivos 24/7, incluso en nuestro tiempo de descanso o con nuestras emociones, "tiene que ver con este sistema capitalista", asegura.

El capitalismo nos ahoga

Este sistema capitalista no solo nos obliga a ser productivos, también nos precariza, nos hipermedicasomos el país del mundo que más lorazepan toma, según la ONU) y, haciéndonos creer que todo está en nuestra mano y solo en nuestra mano, nos individualiza.

Un error, según Gómez, quien considera que "hay que hacer cambios políticos y no poner el foco en el individuo, porque hay cosas que son estructurales".

"Hay que ir a terapia, pero también al sindicato"

Y va más allá: "Si tienes un trabajo precario y no llegas a fin de mes, ¿qué hace ahí la terapia?", se pregunta. Y nos da el siguiente consejo: "Hay que ir a terapia, pero también al sindicato". Seguro que les ahorra meses de diván.