Los niños y jóvenes han sido siempre habituales en el ayuntamiento de Madrid con Manuela Carmena a la cabeza. Pero no siempre se había pensado en ellos en el Consistorio. Carmena se dio cuenta con una visita de niños y niñas saharauis en 2015. Lo primero que pensó la entonces alcaldesa fue "tendremos algo para darles, ¿no?" y, por raro que parezca, lo único que se encontró fueron unos gorros de agua. Un regalo un tanto extraño para unos niños que vienen de un lugar en el que nunca llueve. "Pensé que si les regalábamos unos gorros de lluvia a unos niños saharauis es que habíamos perdido el norte", recuerda Carmena.

La importancia de colaborar en la estructura social

Desde entonces en el Ayuntamiento se editaron libros para regalar a los niños. Madre y abuela, a ella le gusta escucharles. Y para hablar con ellos, con los más jóvenes, ha escrito 'A los que vienen' (Ediciones Aguilar, 2019), su primera obra como ex alcaldesa, para que ellos se atrevan a cambiar las cosas. "Me interesa muchísimo que la gente joven sepáis que se puede ser muy feliz en la vida colaborando en algo, que para mí es esencial, que es la arquitectura o la escultura social, ¿no? Cambiando el mundo, intentando cambiarlo, viendo cómo es verdad que se pueden conseguir muchos cambios y que esos cambios mejoran la vida de todos, se puede ser extraordinariamente feliz".

Dejó la política para dedicarse, dijo, a su limonero. Y ahora que, nos confiesa, el limonero está muy bien, Carmena escribe a los que vienen y les recuerda que la felicidad es el principal motor para cambiar las cosas.