Ante la escena de un crimen, dice Antonia Scott, la protagonista de 'Loba Negra' (Ediciones B, 2019), la secuela de 'Reina Roja' (Ediciones B, 2018), que lo que siente es kegemteraan, en malayo: "la alegría de tropezar". Y esta podría ser una de las mejores definiciones de la última novela de Juan Gómez-Jurado. Porque la historia de Antonia es un tropiezo afortunado y, con permiso del inspector Jon Gutiérrez y de Mentor (otros dos de los personajes de su libro), una de las mejores cosas que le ha pasado a la novela negra española en los últimos tiempos.

Y eso que Gómez-Jurado es un autor que huye de "trailers" y "spoilers" porque lo suyo es, asegura, "acudir al producto dejando espacio para la sorpresa". Y ahí radica precisamente el éxito de esta historia. Con una complicidad pasmosa entre escritor y lector, Gómez-Jurado engancha y nos sorprende a cada línea en una investigación frenética que a veces más podría parecerse a una serie de Netflix que a una novela. Por eso ante la irremediable pregunta de si "llevará a la gran pantalla a Antonia", Juan Gómez-Jurado responde que sus "intentos de trasladar al cine mis novelas han sido siempre estrepitosos fracasos, voy a seguir intentándolo y fracasando todas las veces que sean necesarias". Y cada cual, que entienda lo que quiera.

"Mis intentos de trasladar al cine mis novelas han sido siempre estrepitosos fracasos, voy a seguir intentándolo y fracasando todas las veces que sean necesarias"

Pero empecemos por el principio: porque no se entiende 'Loba Negra' sin su predecesora 'Reina Roja', que nos empieza a dibujar la historia de una heroína que tanto necesitábamos en el noir patrio y de la que sólo se dan un par de pinceladas para que "a Antonia la crees tú también cuando abras el libro".

No tiene nada de simple

Lenguaje directo, rápido y tramas con mucho ritmo… Juan Gómez-Jurado establece una "complicidad con el lector" que es parte de la magia y del éxito de esta historia. Con canciones que suenan en los diálogos, referencias visuales reconocibles por todos… detrás de la aparente sencillez, lo que hay, dice el autor, es un "trampantojo de simpleza".

Detrás de la aparente sencillez lo que hay es un "trampantojo de simpleza"

Sea lo que fuere, devorar su 'Reina Roja' y 'Loba Negra' de principio a fin en cuestión de días (quien dice días, dice horas) está asegurado. Y devoraríamos igualmente las otras tantas páginas que el autor tuvo que eliminar de la versión final de sus libros "unas 90 o 95" en el caso de 'Reina Roja' y "130" en 'Loba Negra'. La clave, nos dice al teléfono Juan, ha sido utilizar la "menor cantidad de palabras posibles a la hora de describir las cosas pero intentando al mismo tiempo utilizar imágenes que describan emociones y que ayuden al lector a meterse en la historia". Por eso pasan casi desapercibidas genialidades como el uso de palabras en otros idiomas, que no es más que píldoras de la filosofía de Ludwig Wittgenstein, que decía aquello de "los límites del lenguaje son los límites del mundo". Una explicación "poco comercial" pero el ejemplo más claro de que detrás de Antonia Scott hay mucho mucho trabajo.

¿Trilogía? Ya veremos

Habla Juan Gómez-Jurado de sus libros con una humildad que raya la extrañeza. Pero es que todavía no se cree el éxito que está teniendo desde que publicó 'Reina Roja'. 20 ediciones y más de 250.000 lectores en español le avalan y una rareza que, como un cometa, pocas veces, se tiene la oportunidad de contemplar: que su primer libro sobre Antonia conviva en la lista de los más vendidos con el recién publicado 'Loba Negra'.

Ante el éxito, Juan capea como puede las inevitables preguntas sobre la posibilidad de una trilogía (quien dice tres, dice cuatro o cinco), para el deleite de sus fans. Él asegura que tiene la "historia de Jon y Antonia" en su cabeza y "da para lo que dé". Así que, añadimos, lo que tenga que venir, vendrá.

Al final, vuelve a repetir Juan, "La incertidumbre suma", por eso, como decía Alfred Hitchcock con 'Psicosis': "No cuente nuestro final ¡Es el único que tenemos!". Lean, imaginen y disfruten.