Larry, abusaba sexualmente de sus hijas cuando eran adolescentes. Se metía por las noches en la habitación de cada una de ellas y, cuando acababa, iba a por la siguiente. Alguna de ellas, incluso, no lo define como una violación directa, dicen, haberse sentido atraídas por él, y sentir algo parecido al síndrome de Estocolmo.

Incesto, patriarcado y enfermedad

Es la terrible historia de estas tres hermanas, sumisas y traumatizadas por un doloroso pasado. Jane Smiley, autora de este libro, por el que ganó el premio Pulitzer en 1992, explica que "es importante que los niños sepan que esas cosas les pasan a otros niños".

Porque, aunque a ella no le pasó, la cruel realidad siempre formó parte de las lecturas de las que la escritora aprendió cuando era una niña. Con tan solo ocho años su madre le regaló una enciclopedia y, dice, le encantaba descubrir el significado de todas las palabras y conceptos. Eso sí, reconoce que era una lectura "áspera" para una niña de esa edad.

La curiosidad que nunca mató al gato

Smiley tiene claro que empaparse sobre una situación como la que vivieron en la ficción las hijas de la familia Cook, no es santo de devoción para nadie, pero cree que "si algo te asusta, es importante descubrir qué es, por qué te asusta, y si hay algo que puedas hacer sobre eso". Especialmente si trata sobre traumas que, aunque estén recogidos en su novela como una historia ficticia, pasan de verdad.

La curiosidad mató al gato... pero a ella le dio más vida que nunca. Siempre formó parte de su esencia, de su naturaleza. Por eso en 1991 quiso desafiar el clásico 'El Rey Lear' de William Shakespeare, un libro que nunca le gustó, y gracias a eso, escribió su propia versión de la historia, 'Heredarás la tierra'. Una novela feminista que sí daba voz a las hijas de ese padre controlador.

"Si algo te asusta, es importante descubrir qué es"

Un año después de publicarla recibía una llamada telefónica que confirmaba sus sospechas: "Le dije: 'Cariño, creo que he ganado el Pulitzer. Y me miró y me dijo 'ah'". Su hija, de unos 13 años en aquel momento, ni se inmutó. Claro, en esa época todavía no sabía lo que supondría que su madre ganara un premio de este calibre.

Smiley trató temas que todavía eran tabú hace 30 años, y ahora su novela vuelve reeditada a las librerías. "¿Por qué no? Es interesante pensarlo de nuevo", nos dice entre risas Smiley.