Por suerte tuve llallos (así, con doble ele, que es como yo lo escribía cuando era pequeña). De esos que fueron unos segundos padres cuando los primeros trabajaban muchas horas para sacar una familia adelante. De esos con los que recuerdo mirar cómo cocinaban, comer en sus rodillas o jugar en la cocina.

Ahora que ya no soy nieta, me he estado acordado mucho de ellos estos días de confinamiento. Tal vez por esa foto suya que me acompaña en el escritorio, tal vez por este virus que se ceba especialmente con nuestros mayores. Recuerdo a mi llalla en su butaca, mirando la televisión, mientras yo en el sofá ojeaba de vez en cuando el móvil. Ahora me lamento, ahora que ya no está, de no haber hablado mucho más con ella. Y pienso mucho más en esta escena con el libro de Ilu Ros 'Cosas nuestras' (Lumen, 2020) que nos invita a dejar las redes sociales y hablar con nuestros abuelos.

La autora retoma diálogos reales e imaginarios de temas "que se le quedaron en el tintero"

Es lo que Ilu Ros ha hecho en este libro. Aunque en su caso su abuela Resure falleciese hace nueve años, ella retoma conversaciones que tuvieron ambas en el campo, en Murcia. Diálogos reales e imaginarios de temas "que se le quedaron en el tintero" y de los que le gustaría saber la opinión de su abuela. Cosas que ha podido saber gracias a su imaginación pero también a preguntarle a su madre. Y la conclusión es que, generaciones aparte, nos une mucho más de lo que nos separa.

Ilustración de 'Cosas nuestras'
Ilustración de 'Cosas nuestras' | Ilus Ros

Feminismo en tiempos de la abuela

Las mujeres siempre han estado muy presentes en la obra de Ilu Ros. En su primer libro (en inglés) trataba sobre mujeres influyentes. En 'Cosas nuestras' se centra en su abuela para descubrirnos un montón de voces femeninas de su época y de la nuestra. Desde Rosalía a Concha Piquer o incluso Rocío Jurado, con un estilo a medio camino entre cómic y storyboard. "Es un homenaje a una generación, la de nuestros abuelos y abuelas, pero es también una conversación entre abuela y nieta desde el punto de vista de la mujer. Si hubiera sido un libro con mi abuelo, me hubiesen salido otro tipo de cosas", reflexiona la autora.

"Las cosas importantes de la vida siempre han sido las mismas"

Así, aquí trata del amor, del feminismo, de la rebeldía, de la emigración e incluso de la moda. De cómo se ha entendido todo eso a lo largo de los años y cómo nos ha cambiado como mujeres y como personas. Porque "al final el feminismo, aunque antes no se denominase tanto así o estuviese tan extendido el concepto, había mujeres que luchaban por sus libertades". Ilu Ros trata algunas de ellas en 'Cosas nuestras' y cómo por ejemplo canciones de Conchita Piquer o de Rocío Jurado ponían voz a sentimientos que todas las mujeres de a pie tenían.

Nuestras abuelas "lo ven como un concepto raro eso del feminismo, pero no quiere decir que no tengan los mismos anhelos". Y añade: "Cuando hablas con una generación diferente a la tuya, muchas veces creemos que vamos a ver diferencias, pero te das cuenta que al final hay muchas similitudes con lo que tú piensas. Porque las cosas importantes de la vida siempre han sido las mismas".

Inspiración en lo cotidiano

La abuela de 'Cosas nuestras' es, a grandes rasgos, la de Ilu Ros. Aunque confiesa que no se centró "mucho en los detalles de que fuese exactamente su cara, de ser súper realista con ella". Tampoco importaba, y ahí radica la magia de estos dibujos: que esa abuela "podría ser cualquiera".

Ilu Ros se inspira en los recuerdos de su infancia y, en definitiva, en lo cotidiano. Conjuga su formación en Bellas artes y en Comunicación audiovisual para contar historias a través de sus dibujos.

Ilustración de 'Cosas nuestras'
Ilustración de 'Cosas nuestras' | Ilu Ros

Ilu Ros se inspira en los recuerdos de su infancia y, en definitiva, en lo cotidiano

Ahora también, en tiempos de confinamiento. Porque Ilu sigue saliendo a la calle sin saltarse, eso sí, las restricciones del estado de alarma. Lo hace a través de Google Maps, con un proyecto en el que pinta fachadas de Madrid y que ya inició en Londres, dónde ha vivido durante ocho años. Dice que es su "manera de salir a la calle y pasear". En casa sigue pudiendo también "hablar con gente" gracias a sus libros y a las películas, así que inspiración no le falta, y no para de dibujar.

De momento no tiene a la vista más homenajes a los abuelos, ni se plantea un libro con esas ilustraciones en tiempos de confinamiento. Está trabajando en "otras cosas". Las nuestras, éstas, las de este libro, nos recuerdan que no hay que quedarse con las ganas y, si puedes, pregunta, habla con tus abuelos.