Quien le lee ya sabe a lo que va. No necesita, dice Arturo Pérez-Reverte, convencer a nadie con "argumentos demagógicos de moda para que funcionen" sus novelas.

Por eso, si las mujeres de su nueva novela, ambientada en la revolución mexicana, entran en el canon más o menos feminista, es algo que no le preocupa. "¿Tengo pinta de escribir ese tipo de novelas?", pregunta antes de reírse.

"No necesito tocar mecanismos demagógicos de moda para que funcione la novela"

Es la tranquilidad que da ser uno de los escritores españoles más vendidos. 20 millones de lectores en todo el mundo y traducido a más de 40 idiomas, aunque alguna vez haya sido difícil la tarea.

En la rueda de presentación de 'Revolución' (Alfaguara, 2022) cuenta cómo su traductor al chino se quedó bloqueado cuando le tocó traducir expresiones de 'Línea de fuego' como "por mis cojones" o "vete a mamarla a Parla".

En la semana que conoceremos el Nobel de literatura, no le conseguimos sacar a quién se lo daría él. "No me metas en esos jardines", suplica risueño, pero sí nos da su opinión sobre la ausencia en la lista de premiados del recientemente fallecido Javier Marías: "Es una vergüenza para el Nobel que Javier Marías no sea premio Nobel".

"Es una vergüenza para el Premio Nobel que Javier Marías no lo haya ganado"

Más optimista se muestra ante el futuro de la literatura, no es que se sea menos, es que hay más formatos que interesan a los jóvenes, como los videojuegos, que él escribiría, confiesa, si fuera un escritor joven.