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SEGUNDO DISCO DEL GRUPO SEVILLANO

Quentin Gas & Los Zíngaros: “Cuando eres músico del sur, es muy difícil que te tengan en cuenta”

Flamenco y psicodelia se abrazan en 'Caravana', el segundo disco del grupo sevillano. Una propuesta que ha sido comparada con el 'Omega' de Morente y Lagartija Nick, pero que encierra una búsqueda personal por parte del cantante, Quintín Vargas. Hijo de flamencos, eligió la senda del rock y ahora se reencuentra con sus raíces en un trabajo que rastrea el viaje de los gitanos desde Oriente hasta el sur de España

-Quentin Gas & Los Zíngaros

Quentin Gas & Los ZíngarosNuria Sánchez

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Situada en el Bajo Guadalquivir, Lebrija es una de las localidades con más solera y tradición en el flamenco de Andalucía. Allí nació, hijo de una de las familias más destacadas del cante y el baile de la zona, el músico Quintín Vargas. Su cuna clamaba que se convirtiese en bailaor, pero se topó con el rock cuando era un niño.

En esa época, su madre, la bailaora Concha Vargas, pasaba temporadas actuando fuera de España. En algunas ocasiones, dejaba al niño al cuidado de una vecina, cuyos hijos escuchaban pop y rock de los últimos ochenta y primeros noventa. El chaval se entusiasmó enseguida con aquellos sonidos que en nada se parecían a los que había recibido en casa.

“Era un chiquillo hiperactivo y el flamenco me parecía feo”, resume.

Cuando su madre volvía de Japón, de Francia… Quintín agarraba la escoba a modo de guitarra e interpretaba para ella canciones como 'The Final Countdown', de Europe. Muy graciosa la criatura, hasta que en su casa se dieron cuenta de que iba en serio con el tema y se acabó la guasa.

A los 16 años, pronunció la cantinela de “mamá, quiero ser artista”, y le añadió un “como vosotros”, a modo de excusa. Decidió que lo suyo eran las cuerdas y dejó de estudiar. Pero el flamenco no estaba entre sus aspiraciones: sus primeros ídolos fueron Jimmy Hendrix, Iggy Pop, Kurt Cobain

“Hoy ya los he matado a todos”, anuncia en una terraza junto a la calle Feria de Sevilla, una ciudad que en los últimos años se ha convertido en un hervidero de bandas y que hoy presume de una de las escenas de creación musical más potentes del país.

Va entrando la primavera y Quintín, que adoptó como seudónimo el nombre de Quentin Gas, pide una cerveza mientras desgrana su historia. Acaba de lanzar 'Caravana', el celebrado segundo disco de su grupo Quentin Gas & Los Zíngaros, en el que han contado con colaboraciones como la voz de Niño de Elche o la guitarra de Pájaro.

 

Se trata del proyecto con el que, después de muchos años de rock junto su anterior banda, Los News, decidió reencontrarse con sus raíces gitanas: “En mi familia me decían que me acabaría gustando y, al final, tenían razón. En la música, como en cualquier rama de la creación, todo consiste en encontrar tu propio camino. Da igual que lo hagas el primer día o diez años después. De nada sirve tener éxito, si no has hallado esa verdad”, aclara negando con la cabeza, los ojos muy abiertos, la honestidad por delante.

Ese recorrido suyo ha pasado por dejar de lado la costumbre tan española de desear ser músicos nacidos en Brighton en los años 70 para abrazar, al fin, el folclore que nos toca más de cerca, el del flamenco. Sólo que mezclándolo con el rock y la psicodelia. En este trabajo y en el anterior, 'Big Sur', publicado unos meses atrás, han logrado loas en las que les han señalado como un proyecto que suena a “Camarón grabando un disco con Tame Impala entre Sevilla y Londres”.

Quentin Gas & Los Zíngaros
Quentin Gas & Los Zíngaros | Nuria Sánchez (Remitido)

- ¿En qué momento decides que el flamenco sí podía cuadrar en tus proyectos?

- Había pasado diez años muy buenos con Los News, con los que sigo en activo, pero llegó un día en el que se me ocurrió que lo mejor que podía hacer era coger lo que tenía a mano, reinventar mi tradición desde el respeto pero haciéndolo como nadie lo había hecho nunca. Quería buscarle la vuelta de tuerca al jondo.

- Hay quien os ha vinculado con los hallazgos del 'Omega', la piedra angular de la reunión del flamenco y el rock.

- Sí, he leído artículos que han afirmado desde que aquel disco no se veía algo igual. Curiosamente, yo el 'Omega' lo descubrí de forma tardía, ya embarcado en Los Zíngaros. Cuando me puse a trabajar, no tenía en mente demasiadas referencias. Tal vez 'La leyenda del tiempo', de Camarón, pero eso es flamenco, flamenco. Cuando por fin 'Omega' cayó en mis manos, me encantó, por supuesto, pero no quise probar a ver si daba con un disco similar. Al contrario, di un giro.

- Esa búsqueda la llevan realizando muchos grupos durante demasiados años. Al final, parece que 'Omega' encierra esa peligrosidad de que si te aproximas al género pueden acusarte de tratar de emular un álbum mítico.

- No es nuestro caso, porque nunca quisimos coquetear con esa idea de repetirlo. Aquel disco tenía un estilo muy marcado, muy duro, yo no quise ir por ahí sino por terrenos menos transitados. Los Zíngaros queremos ser siempre experimentales, buscarnos todo lo posible en la psicodelia, incluso más allá de la salida comercial.

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Quentin Gas & Los Zíngaros
Quentin Gas & Los Zíngaros | Nuria Sánchez (Remitido)

Pasa un actor jerezano, Falín Galán, y se interrumpe la entrevista. Hablan de sus madres: “La mía es gitana también”, “¿Flores de apellido es? ¿Pero te tocaba algo Lola?”. Ríen un rato, se marcha y enseguida pasa otro músico, Ricky Candela, de Los Labios, que también se detiene a departir. Y luego Mariano Torres, que grabó las baterías de 'Big Sur' y, finalmente, Antonio León, de Toni Love & The Dirty Band.

“Sevilla está así ahora, es un no parar de grupos, de actividad, de proyectos diferentes. Es un momento único”, comenta Quintín, que aprecia que todos los que le vieron crecer como 'frontman' en The News hayan asumido como una evolución natural su metamorfosis jonda. Que haya dejado los brincos y espasmos en el escenario a favor de un show más solemne, casi un ritual psicodélico que aliñan con proyecciones y velas, y que en muchas ocasiones incluye la participación de varios miembros de su familia de cantaores y bailaores.

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- Debutasteis hace un par de años en el festival Monkey Week. ¿Cómo recibió el público esta propuesta?

- La gente flipó. Al principio, era un show muy primitivo, sólo guitarra y batería en plan White Stripes pero con mi madre bailando. Pero aquello era distinto a 'Caravana', aquí hay ya un concepto relacionado con la psicodelia de la que me empapé en el Liverpool Psych Fest y también con la historia de mi pueblo, el de los gitanos. En 'Caravana' contamos su viaje desde Oriente, sus vidas nómadas. Es la narración de un éxodo y cuenta con instrumentos como el sitar, el laúd… detrás del álbum hay un trabajo importante, realizado por gente como Toni Picante.

- ¿El purismo no te ha dedicado ninguna crítica aún?

- Aún no. Mi madre, por ejemplo, estuvo encantada en cuanto asumió que ahora su hijo hacía flamenco y se le pasó el miedo de cómo le mirarían los puristas. Lo que lo han escuchado, han comprobado que es una fusión bien hecha y desde el respeto. Yo he aprendido con cada disco, cuando cometo errores, los anoto. Por eso siempre me gusta producir mis trabajos, porque es la única forma de evolucionar y de reaccionar ante lo que has hecho mal.

- ¿Es complicado que un proyecto así triunfe fuera de tu tierra?

- No debería pero lo cierto es que a los medios les cuesta mucho publicar en sus ediciones nacionales discos que vengan del sur. En Mondosonoro, por ejemplo, hemos salido varias veces pero siempre en la edición andaluza. Es algo que desde aquí nos cuesta mucho trabajo comprender y que sería positivo que empezase a cambiar.

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Seleccionados en el próximo ciclo de conciertos de AIEnRUTa - Artistas, Quentin Gas & Los Zíngaros presentarán 'Caravana' estos meses en ciudades como Madrid, Toledo, Córdoba, Málaga, Valencia y Barcelona, Además, esta primavera pasarán por festivales como Tomavistas (Madrid), Interestelar (Sevilla) y el neonato Monkey Weekend (El Puerto de Santa María).

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