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DIARIO DE UN CUERPO

Coñoescritura: porque en este mundo ser una persona menstruante apesta

Este libro no tenía que haber visto la luz. No era lo que se esperaba de ella, no es lo que le pidieron que escribiera. "Este libro es un libro escrito desde el suelo. Desde la horizontalidad. Desde la mejilla izquierda clavada en la grava. Escribo con las rodillas peladas y los mocos colgando". Porque este no es el libro que Erika Irusta tenía que haber escrito.

-Erika Irusta es terapeuta menstrual y ha publicado 'Diario de un cuerpo'.

Erika Irusta es terapeuta menstrual y ha publicado 'Diario de un cuerpo'.D.R.

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Erika Irusta sabía que "en este mundo, ser una persona menstruante apesta", así que decidió convertirse en pedagoga especialista en el ciclo menstrual y dedicarse al diseño y facilitación de espacios educativos desde los que cuestionar, investigar y resignificar la experiencia menstrual.

En 2010 creó El camino rubí, una comunidad online por la que ya han pasado más de 10.000 cuerpos deseosos de vivir la menstruación desde el autoconocimiento y el placer. No es la primera vez que Erika se aventura a escribir un libro. En 2012 y 2013 veían la luz los recopilatorios 'Cartas desde mi cuarto propio', en los que se recogen escritos sobre temas tan diversos como la masturbación, las relaciones madre-hija o nuestra relación con el dinero y el trabajo.

Con esta trayectoria, el libro que se esperaba de Erika, aquel tercer libro que le encargaron que escribiera, era uno muy distinto al que finalmente está en las librerías. Porque este 'Diario de un cuerpo' no es un libro sobre cómo funciona el ciclo menstrual, o sobre su experiencia como pedagoga, o sobre 'El Camino Rubí'. "Si alguna vez iba a ser publicada a todo color, si mi cara iba a estar expuesta en una librería de barrio, debería ser desde lo verdadero. Implicase la mierda que implicase, yo me debía a la verdad. A la verdad de mis tripas. Porque de esto va escribir. O al menos así es como siempre he practicado mortal arte. Porque los libros son sagrados, no me atrevo a mentirme. Porque tu tiempo de vida es incierto, no me atrevo a contarte estupideces".

Desde este profundo respeto hacia lxs lectorxs, la autora escoge cada palabra con mimo y concisión, cogiéndonos de la mano e invitándonos a desnudarnos con ella. Aquí no hay espacio para las metáforas grandilocuentes y los artificios propios de la 'prosa cipotuda'. La escritura de Erika atrapa porque (se) escribe desde la vulnerabilidad. Ante la dificultad de definir(nos) fuera de la norma, Erika nos invita a inventar palabras, siendo ella la primera en hacerlo, denominando a su estilo Coñoescritura, que podría parecerse a lo escrito desde las vísceras, pero que no es exactamente lo mismo.

La Coñoescritura es "una forma de escritura orgánica, corporal que nace del cuerpo cíclico-cambiante. Se trata de un proceso creativo en el que la coñoescritora exorciza la grandilocuente Gramática Universal aprehendida para escribir, por fin, desde su cuerpo; no a pesar de éste, ni por encima de éste". Bajo esta premisa, y preguntándose 'cuerpo, ¿cómo te sientes hoy?', tan difícil de responder en una sociedad donde solo lo escuchamos cuando grita, Erika (se) narra a través de un sinfín de voces que no son más que las que los cuerpos cíclicos demandan.

"Escribo un libro para los cuerpos vulnerables que sangran. Escribo un libro en el que mi cuerpo herido y menstruante sirva de brújula en el viaje de todas aquellas que nos escondemos en esa amueblada cabeza que corona ese cuerpo ajeno que somos. Escribo un libro desde mi coño, desde ese lugar con lengua propia y verbo prohibido del que venimos todos. Pero mientas escribo, pienso en ti y en cómo prepararte para este viaje".

En este diario valiente, a veces hay una niña asustada, a veces una loba, a veces una mujer-mujer, a veces un hombre, a veces se caen todos los disfraces y solo queda el animal vulnerable que respira bajo la piel.

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