Los influencers de los niños de 6 años hablan con el culo

Si mañana un atracador de 35 años me intenta robar (o matar) le diré: "oye tío, ¿tu te acuerdas de Espinete?". Seguro que nos hacemos muy amigos. Nada une más que hablar con la gente de tu edad sobre las cosas que veías en la tele de pequeño. Espinete era una chapuza total: hay frases donde a la actriz que está dentro del muñeco le da la tos, se equivoca de nombre y se hace un lío, y no repiten, siguen grabando como si tal cosa. Y lo recordamos como si fuera ORO audiovisual.

Los enanos de ahora lo tendrán difícil para hablar sobre lo qué veían en la tele de pequeños, porque cada uno ve una cosa distinta en una plataforma diferente. Hay padres pro-tablet y padres integristas de los 80. Conozco a un tipo que está educando a sus hijos con los mismos dibujos de cuando él era pequeño: Fraggle Rock, Los Snorkels y La Aldea del Arce, y sus hijos viven como en un Good Bye Lenin continuo, creen que ahí fuera es 1980. Luego no te extrañes de que estos niños se busquen amigos 30 años mayores y se sientan incomprendidos con los de su edad. Los referentes lo son todo.

[No es una telenovela, pero lo parece]

En 1985 en España solo había dos canales de televisión que emitían un par de franjas de programación infantil al día. Los niños de 6 años de hoy preferirán impactar mortalmente contra una barrera de látex y no llegar a fecundarse jamás antes de vivir en ese espanto unidireccional.

Si algo pone de los nervios a un niño nacido tras 2010 es no poder "cambiar". Mi hija pasa de la tele, pasa de Netflix, pasa de las app de series. Su paraíso es Youtube, historias breves y la posibilidad de saltar de una a otra con desenfreno. No saben ni leer, pero tienen el poder de ir a dónde les plazca de la mano de gente que ni conocemos, gente a la que nadie controla y lo que es peor: gente que conjuga los verbos como el culo. Saltan de historia por medio de los 'vídeos recomendados', y son capaces de llegar a cualquier cosa sin teclear una palabra, porque ni saben ni les importa.

[Más visto que una telenovela: un tipo jugando con muñecos llega al millón de reproducciones]

Los gurús del entretenimiento infantil en Youtube son unos cafres. Porque hay que ser un poco cafre para dedicar tu tiempo libre a grabar vídeos jugando con barbies y poniendo vocecitas de pito. La primera vez que fui consciente de que mi hija de 4 años pasaba buenos ratos viendo “eso” me puse a ver las visualizaciones que tenían: UN MILLÓN por vídeo como poco. He llegado a ver vídeos cutres hasta vomitar dónde se ve una riña absurda entre dos nenucos con más de 10 millones de visionados.

[Este vídeo tiene 9.000.000 de visualizaciones y dicen frases como "oh, cuanta cola que hay"].

Son historias que que rozan lo cavernícola, con roles de género desfasados, sin ninguna revisión pedagógica o control de calidad. Y lo que es peor, con frases como "¡Ey, VENIR aquí!" en vez de "¡Ey, VENID aquí!". Espinete por lo menos sabía conjugar.

Lo que ya me mató es ver a mi hija pasando a la siguiente fase, aburrida ya de los Youtubers nacionales, dio el salto a los rusos. Sí, también hay tipos rusos que cogen muñecos y cuentan historias, en este caso de terror. Me lancé en plancha, le arrebaté la tablet y desde entonces en mi casa solo se ven los Fragel Rock en tele de tubo.