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JÉSSICA BELDA INTERPRETA ESTE BRUTAL MONÓLOGO SOBRE LOS DERECHOS DE LA MUJER

"Nací en 1981 y soy una mujer con los mismos derechos que los hombres, pero me siguen llamando perra y zorra"

Un brutal monólogo de Jessica Belda funciona como epílogo a la obra de teatro 'La Sección'. Situamos a la actriz y directora de escena fuera del escenario para que nos interprete de manera descontextualizada el mismo monólogo. "Yo nací en 1981 y soy una mujer libre con los mismos derechos que los hombres varones, pero me siguen llamando perra o zorra".

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Imagina que durante más de medio siglo se hubiera silenciado al 50% de la población. Viven entre nosotros pero no tienen voz. En los libros de texto no aparecen sus descubrimientos, ni sus creaciones.

Ni pueden pronunciarse ni la ley les trata por igual. Una historia así, sobre el sometimiento de la mitad de la población podría ser la última distopía de moda, sin embargo vivimos ahí, ese silencio forzoso fue el resultado de 50 años de dictadura y esa mitad de población es la mujer española.

Jéssica Belda es actriz y directora de escena, y nació en 1981, el mismo año en el que a Tejero le dio por pegar tiros en el Congreso de los Diputados.

Hoy Belda tiene varios proyectos teatrales en los que trata de visibilizar como la historia reciente de España dejó noqueada la posibilidad de que la mujer se desarrollara en igualdad, con un retraso de 50 años de dictadura que aún impregna todo, desde la legislación hasta los usos y costumbres más elementales.

Belda se considera una mujer libre, pero sabe que por debajo de las apariencias, España sigue sin cumplir sus promesas de igualdad. Su obra de teatro, 'La Sección' contiene este emocionante monólogo en el que la dramaturga mira a los ojos de los espectadores y pone la verdad sobre la mesa, desnuda e hiriente: “Yo nací en 1981 y soy una mujer libre…”

El Teatro del Barrio pone el acento en las obras escritas, dirigidas e interpretadas por mujeres. No son historias de mujeres, sino focos dirigidos a visibilizar lo que se ha ocultado todo este tiempo, la realidad del 50% de los españoles: las españolas.

“Sinceramente, no creo que existan ‘historias de mujeres‘ e ‘historias de hombres‘, existen historias, y ya está, lo malo es que, hasta ahora, esas historias hablaban solo de ellos. Es igual que cuando se habla de contar la historia con perspectiva de género".

"La historia debería ser una historia en la que se incluyera tanto a los hombres como a las mujeres de forma natural. No somos nosotras quienes ahora reivindicamos una historia con perspectiva de género, si no que, hasta ahora, el relato que nos han transmitido sí que tenía esa perspectiva, una perspectiva de género, pero masculino, nos han contado una historia sesgada, parcial, incompleta", explica Jéssica.

Actualmente está en cartel 'La Sección', una obra co-escrita con Ruth Sánchez, dirigida e interpretada por Belda, que repasa el papel de la mujer durante el régimen franquista. Y preparan su continuación 'Españolas, Franco ha muerto'.

Para muchos la dictadura queda atrás, ya no tiene interés, pero según Belda: estamos como estamos porque venimos de donde venimos.

La Constitución de 1931 reconocía derechos que hasta ese momento habían sido impensables, pero con Franco se restableció el Código Civil de 1889, que subordinó a las mujeres a sus maridos.

Se rescataron disposiciones del Código Penal de 1870, tales como una doble norma para el adulterio, una para el hombre y otra para la mujer, que permitía al padre o al marido asesinar a la mujer por mancillar el “honor de la familia” si le sorprendían in fraganti. Sobra decir que la norma para el hombre era más indulgente.

“No olvidemos de dónde veníamos: de la sumisión más absoluta de la mujer hacia el hombre. Fue un paréntesis de 50 años que aún hoy lastramos en nuestra vida. ¿Cómo no hablar de una reforma de la Constitución cuando se hizo en un tiempo en el que era impensable pensar en los derechos de las mujeres? Las feministas de la transición protestaron enérgicamente contra de ella, ¿cómo nos seguimos preguntando hoy en día si es necesario reformarla?”, añade Belda.

En su monólogo hace referencia a muchas cuestiones urgentes y dolorosas, pero hay una que aun pareciendo secundaria es muy relevante: se nos ha privado de referentes intelectuales femeninos.

“En los libros de texto de secundaria no hay autoras, no hay filósofas, no hay científicas. Y el problema es que se acepta, con una naturalidad e ignorancia pasmosa que no las hubo. Ana López-Navajas, con la que he trabajado en diferentes proyectos de visibilización, está llevando a cabo una labor de recuperación y visibilización de todas esas mujeres que han sido olvidadas y habla de 'fraude cultural', porque en efecto nos han vendido una parcialidad de nuestra historia que nos deja sin referentes y nos merma la identidad”, reflexiona Jéssica.

“La Filosofía, la Literatura, la Economía, la Teoría política, la Historia, la ‘intrahistoria’, también nos pertenecen y ya es hora de pasar de ser ‘objeto’ a ser ‘sujeto’”, finaliza.

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“Yo nací en 1981 y soy una mujer libre…”. Así comienza este monólogo (ver vídeo superior) que cualquier mujer de la generación de Jéssica Belda podría recitar sentada en una butaca de cualquier teatro de España.

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