Flooxer Now» Noticias

FIRMAN UN MANIFIESTO DE DEFENSA DEL NUEVO RUMBO DE MATADERO

Polémica en Matadero: 668 profesionales de la cultura plantan cara y defienden así el Centro de Artes Vivas

668. Ese es el número de profesionales de la cultura que han firmado hasta ahora la carta de apoyo a Naves Matadero, aventando el fuego creado por los chispazos provenientes de uno y otro lado de los bandos que se posicionan en contra o a favor del CIAV (Centro Internacional de Artes Vivas de Madrid).

-Más de 600 artistas defienden el nuevo rumbo de Matadero

Más de 600 artistas defienden el nuevo rumbo de MataderoAyto Madrid

Publicidad

La polémica en torno a las Naves de Matadero, explicada llanamente, vendría a ser la siguiente: Se ha abierto en las Naves de Matadero una nueva posibilidad, un espacio necesario para un teatro que hasta ahora había ido desarrollándose arrinconado y precario.

Sin embargo, de pronto resulta que el teatro consagrado, cómodo y seguro desde siempre en sus espacios, se ha revuelto como un príncipe destronado al que le pican los celos. Le ha nacido una hermanita pesada a la que no entiende, y a la que quiere quitar sus juguetes.

Hay un trasfondo de posesión a toda costa, de berrinche infantil al grito de "¡mío!", en todo este asunto. Profesionales como Blanca Portillo, Mario Gas, Tristán Ulloa o Sergio Peris-Mencheta se han posicionado en contra de este nuevo giro propuesto por Mateo Feijóo, designado director artístico de Matadero por medio de un concurso público.

Con Mateo Feijóo al frente, el proyecto de del CIAV se presenta como un gran laboratorio multidisciplinar que ofrece empuje a un tipo de espectáculos que, paradójicamente, triunfan en el exterior, pero no terminan de encontrar su hueco en el propio país que las origina.

"Estas artes, hasta ahora han tenido lugar a una escala más pequeña o en instituciones privadas o relacionadas con el arte visual en lugares como La Casa Encendida, el Festival In-Presentable, Teatro Pradillo, CA2M y en muchos otros. La mayoría de estos contextos han mutado o han desaparecido, o su supervivencia está en permanente cuestionamiento", explica María Jerez, creadora escénica.

Primero, surge esa incógnita, ese nacimiento de un nuevo tipo de artes, que en realidad no es nuevo, en el que converge todo, y que en este caso se ha decidido denominar, de forma bastante acertada, 'artes vivas'.

Espectáculo "El caso del espectador, de María Jerez
Espectáculo "El caso del espectador, de María Jerez | Agencias

"La verdad es que no me siento cómoda con categorías tan genéricas y unificadoras del tipo artes escénicas en España -añade Jerez-. Digamos que hay gente que hace cosas, cosas muy diferentes que se presentan en un dispositivo parecido, ya sea un teatro o una sala con gradas o un teatro sin gradas o una galería o incluso hasta un salón de una casa. Esas cosas que se presentan en dispositivos aparentemente similares, a veces no tienen nada que ver entre sí y configuran una realidad múltiple".

"Algunas de esas cosas se instalan en los códigos convencionales de representación. Desconozco la situación en la que se desarrollan aquellos trabajos que se sitúan en la convención. No la conozco bien. Y aún así estoy segura de que dentro de esas convenciones hay trabajos buenísimos. Otros trabajos, los que se sitúan en los bordes y los límites del lenguaje, sí los conozco muy bien, y sobreviven en terrenos muy pequeños y frágiles pero muy valiosos o viven entre medias de territorios, trabajando más fuera de España que dentro. En contextos principalmente europeos que facilitan esa experimentación y donde los lenguajes artísticos ya han consolidado, de alguna manera, su condición de promiscuidad", opina.

También Fernanda Orazi, actriz, aboga por esta amplitud de miras: "El CIAV significa la voluntad de ensanchar el territorio de las artes escénicas, incluyendo voces y miradas que desde lo público no estaban abiertamente recogidas ni legitimadas. En mi caso, como actriz, acercarme y dejarme interpelar por otras formas de hacer y ser es lo único que ha mantenido viva mi relación con las artes escénicas".

Espectáculo "Alma de rimmel & the Glammatics", de María Jerez
Espectáculo "Alma de rimmel & the Glammatics", de María Jerez | Agencis

Celso Giménez, uno de los fundadores de la compañía La Tristura, achaca esta primera reacción por parte de este teatro más convencional, por llamarlo de alguna manera, estos palos y estas piedras que parecen estar poniéndose en el camino del CIAV, a una reacción generalizada ante ciertos tipos de cultura en este país: "Cada vez que conozco a alguien nuevo, de mi edad, y le digo que me dedico al teatro me responde: 'Ah, no voy nunca'. Y no diría que la principal responsabilidad de esto la tienen los artistas escénicos españoles, aunque seguro que también".

"Pero más bien lo conecto con la falta de respeto que tenemos por el arte en este país. La relación que hemos generado con el arte y con la cultura es muy preocupante y eso ha hecho que mucha gente que podría estar interesada se quede en el camino. Al viajar alucinas con que, por ejemplo, en un bar de Cracovia te pregunten a qué te dedicas, digas al teatro y te miren con admiración. La cabeza te hace catacroc. Pienso que toda la polémica del CIAV tiene que ver con esto. La postura que veo en los detractores es algo así como: "Como no sé quién son estos, ni sé qué piensan hacer, primero desconfío. E incluso tiro piedras", afirma.

Mateo Feijóo vuelve a argumentar el cambio

Mateo Feijóo, María José Manzaneque y Almudena Ávalos
Mateo Feijóo, María José Manzaneque y Almudena Ávalos | Ayto. Madrid

El propio Mateo Feijóo, director artístico de Matadero, también apoya su discurso tomando como ejemplo lo que sucede fuera de nuestro país: "En Europa hace muchos años que existen espacios interdisciplinares que apoyan los procesos, la investigación, el intercambio, la experimentación… Con el proyecto de Naves Matadero CIAV, deseamos enfocar la mirada desde diferentes ángulos, aceptar que las fronteras en el territorio de la creación se diluyen".

"Nada de esto está reñido con el texto, con la dramaturgia... Trato de abrir nuevas vías, que, entre otras cosas, el espectador forme parte activa de los procesos creativos. Es imprescindible abordar diálogos directos con la sociedad. Es por esto por lo que creo esencial potenciar la investigación y articular discursos con otros espacios en el ámbito internacional. Pero de ninguna manera es mi intención proponer un enfrentamiento, ni desplazar a nadie", explica Feijóo.

Cuando les pregunto sobre su postura hacia esa oleada de detractores, creadores como ellos, que se ha opuesto a la propuesta del CIAV, las respuestas tienden tender puentes que acoge esas otras visiones. "Yo, de alguna forma -explica Celso Giménez- agradezco que hayan subido el listón de lo que se puede cuestionar y criticar. Simplemente, deberíamos intentar hacerlo de una forma más calmada y profunda. Sin fanatismos, que para eso ya tenemos el fútbol y la política".

Foto de Vanessa Rábade del espectáculo de Pablo Messiez "Todo el tiempo del mundo"
Foto de Vanessa Rábade del espectáculo de Pablo Messiez "Todo el tiempo del mundo" | Agencias

También Pablo Messiez, director de escena, aboga por pensar lo escénico juntos, sin estas grandes fisuras que están teniendo lugar con el CIAV como campo de batalla y arma arrojadiza:"En realidad, nos diría a toda la gente interesada en el tema que espero que llegue pronto el momento en el que podamos pensar lo escénico juntos. Que esta discusión absurda entre los dueños del 'teatro' y los dueños de lo 'contemporáneo' tiene mal puestos los nombres. Y, claro, así no nos vamos a entender nunca. Y quiero suponer que de lo que se trata es de poder convivir en la diferencia, ¿no?".

Por parte de estos creadores escogidos entre los firmantes de la carta de apoyo al CIAV hay, paradójicamente, pero también de forma comprensible, una especie de rechazo antes estos dos bandos, este posicionamiento salvaje del que forman parte por necesidad, pero sin querer bajo ningún concepto entrar en esta pelea.

Celso Giménez muestra un rechazo frontal a tomar como punto de partida el enfrentamiento: "Hacer que nos posicionemos a favor o en contra del proyecto antes de que empiece es bastante cainita. Una ciudad se construye de otra forma".

También María Jerez busca un acercamiento: "Creo que deberíamos vernos unos a otros como un espacio de potencialidad. Deberíamos tener claro que los espacios públicos, los recursos públicos, los recursos en general, no son de nadie. No es que sean de todos; decir que son de todos es pensar que también son míos. Pero no son tuyos ni míos, sino que no son de nadie. No le deben pertenecer a nadie, sólo a lo común. Y lo común no tiene identidad".

El propio Mateo Feijóo intenta alejarse y mirar con distancia todo lo que se está generando en torno al CIAV: "Desde aquí siento como si quisiésemos precipitarnos a un abismo, sin darnos cuenta que lo lógico sería trasladarnos a un estado de mayor percepción de la realidad. Si hablamos de pluralidad asumámosla desde la intensidad que supone la vibración estética y no desde la convulsión que impone la política".

Espectáculo "Alma de rimmel & the Glammatics", de María Jerez
Espectáculo "Alma de rimmel & the Glammatics", de María Jerez | Agencias

Porque si algo está claro, y eso lo hemos podido ver en portadas de periódicos y multitud de medios, es que esta lucha encarnizada flota sobre un enfrentamiento que, antes que nada, es político.

Atendiendo a las opiniones de esta pequeña muestra de esas 668 personas que han firmado la carta de apoyo al CIAV, lo único que queda claro es que hay un afán por unir, converger, comprenderse, y que ni siquiera las ideas vertidas desde un mismo bando de la batalla son iguales entre sí. Ojalá pudiéramos escuchar y saber lo que quieren decir al respecto todas y cada una de esas 668 personas.

Si pudiésemos englobar todas las opiniones, quizás podríamos decir que simplemente se trata de gente que lleva mucho tiempo trabajando con ahínco en algo que se ve relegado a espacios menores, y que sólo tiene la capacidad de brillar con tranquilidad fuera del país.

Y lo más importante es que no son los creadores de estas artes vivas los que merecen un espacio de desarrollo. Quizás se esté dejando de lado esa tercera figura, olvidada en esta pelea que en un inicio parecía quedar relegada a dos. Quizás quien merece este espacio y esta nueva posibilidad de disfrute sea, en primera instancia, el público.

Publicidad