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THE OBSERVATION OF TRIFLES

La fotografía de Carlos Alba: una arqueología de barrio

Carlos Alba es un fotógrafo español afincado en Londres. De la observación de las minucias de la calle, de los detalles londinenses, surge su último trabajo, 'The observation of trifles' (La Fábrica), que le consagra como una de las grandes figuras de la fotografía contemporánea.

-'The Observation of Trifles'.

'The Observation of Trifles'.Carlos Alba

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Cuando me encargaron este reportaje, reconozco que no sabía quién era Carlos Alba. Ahora bien, bastó con una primera aproximación a su trabajo 'The Observation Of Trifles' para saber que lo haría encantado.

Este sería el principio de un párrafo extenso y morrocotudo acerca de las virtudes y excelencias de Carlos, pero de acuerdo a sus palabras, sería "un error que cada vez importe más la figura del artista en lugar de la obra".

Sí, ha ganado premios y trabajado en sitios cardinales, vale. Lo que importa aquí, es todo lo contarlo. Lo que importa son "las menudencias, las cosas insignificantes" que precisamente son las que jugaron el papel de motor de su proyecto llevado a cabo en Londres.

Pero la historia comienza antes, concretamente con un Carlos hastiado ante "la figura del fotógrafo, cada vez más devaluada" y la imposibilidad "de cambiar el mundo con una imagen desde una redacción".

Fue esto lo que le hizo irse de España "pensando que todo iba a ser positivo, me piraba a aprender inglés, y de paso, intentaba hacer algo para mí. Serían seis meses y luego ya veríamos". Y tanto que si ha visto, tiró los dados y sacó seises. Lo que empezó como un viaje de aprendizaje y fe, se ha convertido en el proyecto que nos ocupa, un libro en La Fábrica, exposiciones, o siendo más esclarecedores, "ha sido como GUAU".

'The Observation of Trifles'.
'The Observation of Trifles'. | Carlos Alba

Bajo esta perspectiva, encuentra una casa entre los barrios Tower Hamlets y Hackney. "Según estadísticas recientes, son los dos 'councils' más de moda en Londres". Imagínenselo aquí. Sería como si la gentrificación más cool de Europa se apoderase de Orcasitas y Carabanchel. Joder, la macedonia identitaria, social y cultural sería la bomba.

Más, si cuentas para moverte por allí "con un mapa dibujado por mi casera, donde me apuntó cosas que me chocaron mucho. Desde un outlet, a la tienda de Ikea, pasando por uno de los restaurantes más caros del este de Londres". Paseos y más paseos con aquel papel e hicieron darse cuenta de "que por mucho que la gentrificación se empeñe en convertirlo en uno de los barrios más molones de Londres, levantas la alfombra y tienes material para aburrir. Entonces, lo que me interesó, fue eso, sacar la verdadera esencia del barrio".

Si prueban a echar un vistazo a alguno de los objetos fotografiados en el proyecto, pueden ver, que más que protagonistas de la foto, se tornan un nuevo punto de fuga que se abre en dirección a nuevas cuestiones y reflexiones: "Por ejemplo, ¿cómo la gente pierde la foto de su hijo y yo me la encuentro pisoteada?, ¿cómo me encuentro negativos de fotos íntimas en las que la gente aparece en pelotas?;¿por qué nos preocupamos tanto de las políticas de privacidad cuando la perdida de objetos de valor personal está a la orden del día?".

'The Observation of Trifles'.
'The Observation of Trifles'. | Carlos Alba

Es entonces cuando decide hacer de ellos "una llave de un mundo inexplorado" partiendo de la sensación de desconocimiento y de búsqueda "creo que sentida por cualquier inmigrante. De hecho, creo que es el motivo por el que el proyecto está funcionando tan bien".

Si bien Carlos "no quería caer en documentar las penurias de la gente", en su trabajo nos encontramos una cartografía social sin artificios, que nos revela desde el respeto, no ya solo la vida del barrio, sino "que la falta de comunicación es uno de los problemas que más sufrimos hoy en día.

Y que parece mentira, que teniendo la facilidad que tenemos para su desarrollo, al final, sea una comunicación banal y fría. Simplemente, el hecho de acercarme a la gente, mantener un contacto visual y hacerles sentirse importantes, por nada, por una foto, ya ves… me ha hecho ver que la gente tiene algunas carencias afectivas".

La posibilidad de realizar el mismo proyecto en barrios boyantes, no dejó de aparecer en mi cabeza mientras veía las fotos. ¿Acaso es posible hacer esto en un barrio dónde la higiene es de quirófano, dónde los objetos no se consumen, solo se sustituyen? ¿No hablarían menos esas fotografías? ¿Qué diferencia habría entre ese proyecto y un catálogo urbanístico de Los Hamptons? No me puedo morder más la lengua y se lo pregunto.

"Sí, sí. En PhotoEspaña, una comisaria finlandesa a la que le encantó el proyecto me dijo: 'tenemos que estar en contacto, porque me gustaría que hicieras esto en Finlandia, etc." Al final, me escribió un email y me dijo: 'He estado dando vueltas por Helsinki, y aquí es imposible desarrollar tu proyecto. No hay nada basura en la calle, no hay nada tirado en el suelo. Es todo tan aséptico, tan limpio…'. Entonces me chocó eso, pensé, igual no se puede hacer esto en cualquier parte”.

Y aunque en un principio estoy de acuerdo con él, tengo la sensación de que Carlos podría hacer hablar a un Roll Royce. Más, cuando me lo confirma: "Creo que prestando atención, puedes encontrar objetos potentes en todos lados, solo hay que mirar al suelo".

'The Observation of Trifles'.
'The Observation of Trifles'. | Carlos Alba

Al acabar de ver las fotos del libro, me quedé con una sensación extraña. La foto que lo cierra me inquieta, me hace pensar en la diferencia entre fotografiar un objeto y una persona. Esa foto no deja de ser violenta, digna, humana… como todas las cosas supongo. El caso es que cuando la vuelvo a mirar, pienso en señales, en carne, en si al final hay mucho más qué eso, y en lo que me dice Carlos.

"No sé si será un ceda el paso, una advertencia de peligro… no sé, pero me gustaba eso, pensar en qué coño hacía la señal tirada en la puerta de una casa… me recordó metafóricamente a un “un cuidado que te estás acercando demasiado a mi interior". Y es por eso que cierro el libro con esa doble página, como si de alguna manera dijese, 'has visto bastante de este barrio, pero no caigas en querer observar toda la miseria'. Me gusta pensarla como una advertencia”.

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