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LA ARTISTA ELISA GONZÁLEZ ES UNA FIQUERS, PADECE FIBROSIS QUÍSTICA

Elisa se hace llamar Elienígena, padece fibrosis quística y está a rebosar de mocos y talento

La artista Elisa González padece fibrosis quística, una grave afectación pulmonar que afecta a su día a día. Pese a ello, ha dedicado a la enfermedad su proyecto ‘Crepitantes’, en el que retrata escenas de la vida cotidiana, para ella plagada de mocos e inhaladores, con un colorido y un buen humor más que recomendables para la salud.

-Moco en un museo

Moco en un museoElienígena

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Según el diccionario de la Real Academia Española, crepitar es producir sonidos repetidos, rápidos y secos, como el de la sal en el fuego. Es el sonido que produce el aire al pasar por las vías respiratorias y toparse con mucosidad. Elisa González nació en Vigo en 1991 y a su edad ya le ha dado tiempo de graduarse en Bellas Artes, de realizar un máster en Investigación en Arte y Creación, de participar en varias exposiciones individuales y colectivas y de expulsar toneladas de mocos.

Con su último proyecto, ‘Crepitantes’, ha decidido ilustrar a esa pandilla tan pegajosa a modo de amigos inseparables, un poco pesados pero simpáticos después de todo. El proyecto comenzó progresivamente, analizando todas las situaciones rutinarias en las que la enfermedad estaba presente, como hacer deporte, ir al cine o al mercado, convirtiendo cada experiencia vivida durante el día como imagen susceptible de ser ilustrada.

Esa posibilidad constante ayuda a realizar cualquier tarea con ilusión. A raíz de la representación artística, su estrecha relación con esta dolencia que llena la vida de rutinas específicas ha dado un giro drástico: “antes intentaba que la enfermedad pasara desapercibida, pero me di cuenta de que las limitaciones y circunstancias minoritarias deben ser visibilizadas”.

Por muy molestos que puedan ponerse, sacar los mocos fuera en todos los sentidos, e incluso personificarlos a conciencia, siempre resultará más divertido y saludable que mantenerlos escondidos y concebirlos únicamente como una desventaja.

Moco en una Galaxia
Moco en una Galaxia | Elienígena

Bajo el punto de vista de Elienígena, debemos tratar de evitar la omisión de las dolencias que conviven con nosotros, “es muy sano identificarlas, exteriorizarlas y analizar qué sensaciones o sentimientos nos producen y cómo podemos incorporar una circunstancia negativa en nuestra cotidianidad. Debemos estar más sensibilizados, aceptar la vulnerabilidad y compartirla para hacernos más fuertes, individual y colectivamente”.

En la actualidad, se encuentra realizando el doctorado en Bellas Artes sobre las Comunidades de Aprendizaje en torno a la Fibrosis Quística, investigando “las diferentes manifestaciones y experiencias que surgen o se producen alrededor de la enfermedad, ampliando el espectro de conocimiento en las prácticas artísticas o sociales además de las médicas o institucionales relacionadas con la salud”.

La artista Elisa González
La artista Elisa González | Agencias

La Federación Española de Fibrosis Quística, de la que Elisa González es socia, se dedica a actualizar diariamente la información sobre el estado de la enfermedad y busca divulgar y concienciar, ayudar a los pacientes e implantar los últimos hallazgos científicos y médicos en las unidades de los hospitales españoles. Desde la Federación conocen el proyecto y “les encantó la visión que proponía. Decidieron incluir en la Revista FQ una entrevista junto a Eloi Pons Marzal”. Dos “fiquers” (así se autodenominan los pacientes de fibrosis quística), cada uno con su manera de ilustrar una enfermedad común.

Moco aturdido
Moco aturdido | Elienígena

El conocimiento del moco por parte de la artista es amplio y profundo y se confiesa capaz de reconocer incontables tipos de crepitantes, por lo que “los anuncios de mucolíticos y antitusivos me parecen muy entretenidos, es como jugar al ‘¿Quién es quién?’ de las toses”.

Esta estética verdosa claramente ha impregnado también el estilo personal de la gallega, que se siente muy afín al imaginario vecino de los extraterrestres y los ectoplasmas. Le fascinan los aliens prototípicos, los fantasmas de sábana blanca, los esqueletos dicharacheros como los que dibujaba Castelao o los personajes de ‘Pesadilla antes de Navidad’.

El concepto se muestra tan flexible que a Elisa le gustaría explorar infinidad de formatos a través de él: “Me encantaría crear una novela gráfica dirigida a los pacientes y a los padres de niños con fibrosis quística para ayudar a visualizar lo que ocurre en el interior del cuerpo y cómo convivir positivamente con la enfermedad”.

Ahora, además de la ilustración digital y la pintura, está trabajando el fieltro, material que ya había empleado en obras como ‘Serafín’, que formó parte del Festival Hybrid, esta vez creando esculturas grandes de mocos o inhaladores blandos, pero también tapices que sigan estructuras de representaciones medievales, “formas simples, colores planos e imágenes simbólicas para desarrollar una narrativa que explique de forma sencilla las implicaciones de la fibrosis quística”.

La artista, inspirada por genios como Michael Craig-Martin, Joan Cornellá, Annette Messager o Bob Flanagan (que padeció la misma enfermedad y desarrolló su interesantísima obra en torno a ella), tardará meses en ver el resultado final, pero confía en llevar alguna novedad viscosa a la Hybrid Art Fair del próximo febrero.

Moco haciendo la compra
Moco haciendo la compra | Elienígena

Pese a las dudas iniciales, está muy satisfecha con la acogida de sus últimos movimientos: “en un primer momento pensé que podría no suscitar interés por lo inusual del tema, pero la aceptación del proyecto ha sido generalizada, tanto por personas con fibrosis quística como por gente que sufre catarros e identifica la representación como propia”.

Reconozco que no me llevaba muy bien con el interior de mi nariz y que desde que conocí este proyecto lo miro con más cariño. Siéntanse libres de entablar amistad con sus mocos. ¿Han visto qué simpáticos son?

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