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La proteína RAC1, nueva diana contra la degeneración neuronal en párkinson

La proteína RAC1, nueva diana contra la degeneración neuronal en párkinson

Una nueva investigación realizada en varios centros de investigación de Cataluña revela cómo una potenciación de la función de la proteína RAC1 podría compensar los efectos asociados al párkinson, con un resultado beneficioso para los pacientes. Este nuevo trabajo, publicado en Molecular Neurobiology, describe nuevos mecanismos de protección para combatir la degeneración neuronal propia de las patologías neurodegenerativas.

La proteina RAC1 nueva diana contra la degeneracion neuronal en parkinson

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Una nueva investigación revela que la proteína RAC1 podría ser una diana terapéutica para estudiar los mecanismos moleculares asociados a los procesos neurodegenerativos del párkinson. El estudio, publicado en Molecular Neurobiology, está liderado por Antonella Consiglio, investigadora de la Universidad de Barcelona, el Instituto de Biomedicina de la UB (IBUB) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), y por Esther Dalfo, de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Vic –Universidad Central de Cataluña.

El trabajo describe nuevos mecanismos de protección para combatir la degeneración neuronal propia de las patologías neurodegenerativas —como el párkinson o el alzhéimer—, que se caracterizan por presentar acumulaciones de proteínas. El estudio demuestra que la proteína RAC1 —que participa en el ensamblaje de la proteína actina, uno de los componentes del esqueleto celular— podría ser un factor regulador importante del proceso de neurodegeneración en el párkinson.

En las fases iniciales de la investigación, los expertos comprobaron que una disminución en la actividad de la proteína RAC1 en el nematodo Caenorhabditis elegans —un modelo animal de referencia en biología y genómica— aceleraba la muerte y la degeneración de las neuronas dopaminérgicas, que son las primeras afectadas en el párkinson. Este proceso también inducía la acumulación de la α-sinucleína, la principal proteína que se acumula en varias enfermedades neurodegenerativas (párkinson, demencia con cuerpos de Lewy, etc.)
 
En paralelo, la aplicación de técnicas de transcriptómica —el estudio del conjunto de los ARN— en células de pacientes de párkinson constató que los genes que codifican proteínas de la misma familia que RAC1 se encontraban en niveles más bajos en comparación con las células de los individuos sanos.
 
Con estos referentes, el equipo científico estudió con detalle una población de neuronas dopaminérgicas derivadas de pacientes afectados de párkinson, que presentan más acumulación de α-sinucleína, un bloqueo en el proceso de autofagia —la maquinaria de reciclaje de los componentes celulares— y muerte neuronal.
 
Objetivo: potenciar la función de la proteína RAC1
 
En estas neuronas dopaminérgicas, obtenidas a partir de células pluripotentes derivadas de la piel de los pacientes, “se ha comprobado que el incremento de la actividad de RAC1 produce una mejora en los marcadores de la patología descritos antes”, explica uno los primeros autores del estudio, el investigador Carles Calatayud, miembro del IBUB, el IDIBELL y el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB). Estos resultados sugieren que una potenciación de la función de la proteína RAC1 podría compensar los efectos asociados al párkinson, con un resultado beneficioso para los pacientes.
 
También participan en el estudio los expertos Miguel Vila e Iria Carballo Carbajal (Hospital Universitario Vall d’Hebron, VHIR), Ángel Raya (CMRB-IDIBELL), José Miguel Lizcano (UAB), Antonio Miranda Vizuete (Universidad de Sevilla), Guy A. Caldwell, Kim A. Caldwell, Hannah Kim y Laura Berkowitz (Universidad  de Alabama, Estados Unidos), además de Sanjib Guha y Pankaj Kapahi (Universidad de California, Estados Unidos), entre otros expertos. 
 

Referencia bibliográfica:  
 

Kim, H., Calatayud, C., Guha, S. et al. Mol Neurobiol (2018). https://doi.org/10.1007/s12035-018-0881-7

El nuevo estudio ha sido financiado por el Fondo de Investigación en Salud (FIS), el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO), la Generalitat de Cataluña y el Consejo Europeo de Investigación (ERC).

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