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EN EL TUENTI DE LOS STREAMINGS LOS ADOLESCENTES DUERMEN

YouNow: la absurda moda de ver a adolescentes dormir

Une en un mismo cóctel la posibilidad de hacer streaming caseros y una plataforma llena de adolescentes. El resultado es YouNow y los extraños sucesos que acaecen a lo largo y ancho de sus hashtags.

Una joven durmiendo

Una joven durmiendo pierre duchemin en Flickr

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Los adolescentes siempre tienen sus redes sociales. Cuando aparecía Facebook en España ellos seguían en Tuenti y cuando Facebook se asentó ellos ya habían cambiado a WhatsApp. Esa, precisamente, fue una de las razones por las que Mark Zuckerberg tuvo que desembolsar un chorro de millones de dólares para comprar la aplicación de mensajería.

Cada cierto tiempo hay una vuelta de tuerca en el panorama móvil y social que abre un nuevo sendero que no tiene por qué implicar que desaparezcan los de antes, aunque sí una nueva experiencia de usuario. Ahora han llegado Meerkat y Perioscope, dos plataformas nuevas de streaming a través del móvil.

Unas pocas semanas le han bastado a estas dos aplicaciones para ser calificadas como “el futuro del periodismo ciudadano”, incluso “el futuro del periodismo”, sin darle más vueltas. Ambas permiten a un usuario grabar imágenes con su smartphone y retransmitirlas en directo, siendo accesibles a través de un enlace en Twitter.

Después, y en ese mismo sendero del streaming, está YouNow y aquí es donde entran los adolescentes. Literalmente. El 70% de sus usuarios tiene menos de 24 años, según su fundador Aid Sideman. Se trata de un sitio web y una aplicación móvil que permite retransmitir en directo, nada diferente hasta ahora. De hecho, recuerda a otra plataforma de streaming, Chatroulette, ese mundo lleno de magia y sorpresas de todos los calados.

Aquí el contenido está moderado, eso sí, pues los usuarios no tienen que ser mayores de 18 años para entrar. La gente muestra sus lindezas en directo: unos cantan, otros hablan y hablan delante de la cámara, y también hay quien no hace nada. Pero aquí, y esa es la cosa, uno de los hashtags más populares de la plataforma es #sleepingsquad. Allí se reúnen todos aquellos –en su mayoría adolescentes– que dejan sus cámaras en funcionamiento mientras duermen.

Un joven retransmitiendo como duerme

El que este hashtag sea de los más populares de la plataforma es de esos misterios de internet que inquietan. Si entras puedes ver a un usuario inmóvil (está dormido, claro) envuelto en el edredón, saltar al siguiente, que ofrecerá más o menos la misma dosis de emoción. Otro yace con un brazo tatuado, tiene puesto una especie de reggaeton en inglés y duerme boca arriba, con la almohada sobre la cabeza (y no, no está muerto, se nota una leve respiración que mueve la almohada).

Hay otro que duerme con la luz apagada, así que la pantalla literalmente está en negro. Eso sí, ha dejado la minicadena encendida, un detalle. Entre que se acaba una canción y empieza la siguiente se oye una respiración pesada. Parece que este tiene mocos. En otra retransmisión por lo menos hay un gato, así que algo se mueve delante de la cámara. Se está arreglando las uñas con un cojín, se lame una pata, se da la vuelta. Vaya, el gato se va. Adiós, YouNow.

¿Algo interesante por YouNow?

El fundador del sitio apunta que este fenómeno de espiar a gente dormida y hacer un streaming de ti mismo mientras duermes –y lo fenomenal sobre todo consiste en tener esa idea– se explica por la adicción a internet y a las redes sociales. Afirma que estos usuarios no se quieren “quedar atrás” ni siquiera mientras duermen. Sideman ha introducido un modelo de negocio para la plataforma en base a donaciones. Los usuarios pueden comprar puntos con dinero real y asignárselos a aquellos cuya retransmisión adoran devotamente. Así, los que ofrecen sus streaming pueden ganar dinero, mientras la plataforma se lleva una comisión.

¿Qué aporta YouNow respecto a Meerkat o Periscope? Sería arriesgado entrar en un debate, pero lo cierto es que esta plataforma ha logrado concentrar al público más joven, una audiencia cotizada en los círculos publicitarios, pese a que su fundador niega que exista intención de poner anuncios.

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