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¿Demasiado cutre? Por qué Amazon mantiene sus marcas blancas en secreto

El gigante del comercio electrónico vende todo tipo de cosas por medio de sus propias marcas, pero mantiene un perfil tan bajo que muy pocos saben de dónde provienen la ropa, los alimentos o los productos de limpieza de Ella Moon, Wickedly Prime o Presto!.

Amazon creará su propia plataforma de crowdfunding

Amazon creará su propia plataforma de crowdfundingAgencias

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Una camisa de cuadros para chico marca Goodthreads, un vestido de verano para chica marca Ella Moon (o Ella Luna), unas sábanas bajeras marca Pinzon, una papilla orgánica para bebés marca Mama Bear... Si has comprado alguno de estos productos presentes sólo en las estanterías virtuales de Amazon, puede que no tengas ni idea de a quién le estás comprando tu ropa, la de tu pareja o la comida de tu recién nacido.

Todos sabemos que los Kindles son los lectores de libros electrónicos del gigante del comercio electrónico, que Echo es el altavoz en el que vive la asistente virtual Alexa o que Basics es la marca con la que Jeff Bezos y compañía venden cables y otros accesorios para nuestros cacharretes. Pero, ¿sabías que también tienen marcas blancas de textil o alimentación? Si tu respuesta es no, tranquilo: eso es porque las mantienen en secreto.

Tras muchos años vendiendo todo tipo de productos, la tienda virtual por excelencia tiene más datos que nadie sobre qué compramos, cuándo lo hacemos y a qué precio. Un valiosísimo 'big data' que el gigante puede rentabilizar saltándose al intermediario y comercializando sus propios productos. Sabe exactamente cuánto debe producir, cómo ha de hacerlo y qué tiene que hacer para lograr que nos entre por los ojos. De hecho, a menudo basta con colocarlo al principio de las búsquedas o en las listas de los más vendidos.

Ya sucede con las pilas, cargadores, mochilas y demás accesorios para nuestra electrónica que vende con la marca AmazonBasics. Es más, la multinacional se ha visto salpicada por polémicas como las acusaciones de plagio por parte de algunas de las compañías que venden en su plataforma. Según las empresas afectadas, los de Seattle calcan los productos más populares y los ponen a la venta a un precio notablemente inferior, arrebatando en pocos días los mejores puestos en la tienda virtual a sus supuestos socios -y ahora competidores-.

Lo que poca gente sabe es que esta estrategia se repite en numerosas categorías de producto que no parecen tener nada que ver con el núcleo del negocio de Amazon. Según la propia empresa ha confirmado al diario estadounidense 'Quartz', marcas como Happy Belly (alimentación), Mama Bear (papillas orgánicas para bebés), Pinzon (sábanas, toallas y demás), Presto! (detergentes), Wickedly Prime (alimentación), Goodthreads o Buttoned Down (ropa para hombre), Ella Moon y Lark & Ro (ropa para mujer) o Mae (lencería) también le pertenecen. Como otras muchas que están sin confirmar y también podrían formar parte de la lista.

Sin embargo, cuando accedes a sus respectivas secciones en Amazon, sólo una de estas marcas -Pinzon- indica de manera explícita que pertenece al gigante del comercio electrónico. El resto podrían parecer de empresas que han decidido vender en exclusiva a través del mayor hipermercado online de Occidente, sin más.

El secreto del 'por si acaso'

Tras este secretismo parece haber una lógica: los de Jeff Bezos no quieren arriesgarse a asociar su todopoderoso nombre a demasiado productos, algunos de los cuales podrían no gustar a los consumidores. Además, hay límites que no se deben cruzar: si bien el prestigio de la multinacional ayuda a vender cables o fundas para móviles con la marca Basics, podría ser contraproducente a la hora de vender camisas o comida, ya que la gente no relaciona a la empresa con este tipo de productos (al menos de momento).

Se trata más bien de mirar hacia el futuro. Un mañana en el que Amazon podría convertirse en el gigante que todo lo puede, con permiso de Google. Drones repartidores, tiendas físicas, planes para entrar en los sectores textil y alimentario, un asistente virtual en cada casa que se encargará de hacer la compra más pronto que tarde... En definiriva, son muchas las armas que está incorporando a su arsenal para librar la guerra.

Quizá no falta mucho para que el gigante de Bezos, recientemente convertido en el hombre más rico del mundo, controle todos los eslabones de la cadena: desde la fabricación con sus propias marcas hasta el proceso de compra y la distribución a través de la tienda y Prime. Quizá más pronto de lo que creemos todos los muebles de nuestra casa, los alimentos de nuestra nevera y los dispositivos que utilizamos los esté vendiendo (¿y fabricando?) la misma compañía.

De momento, más nos vale andar con ojo para no acabar comprando sin querer algún producto del gigante. Están por todas partes, aunque no lo sepamos.

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