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Un solo postor paga más de dos millones de euros por un par de dinosaurios

Dinosaurios a subasta: ricachones y museos pagan millones por esqueletos prehistóricos

Cada año se celebran alrededor de cinco subastas de huesos de estos reptiles extintos, en las que pujan, sobre todo, coleccionistas privados. En la última, celebrada este mes, un único postor privado pagó más de dos millones de euros por un par de especímenes.

El ‘boom’ de las pujas por huesos de dinosaurios se produco a finales de los 90

El ‘boom’ de las pujas por huesos de dinosaurios se produco a finales de los 90 Jeff Kubina I Flickr

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Además de su carrera cinematográfica, Leonardo DiCaprio, Russel Crowe y Nicolas Cage tienen otra cosa en común: el gusto por adornar sus lujosas mansiones con reliquias de ciencia prehistórica. Cráneos y otros huesos del esqueleto de estos animales científicos no solo ocupan las salas de los museos naturales y de historia más prestigiosos, sino también las casas de multimillonarios coleccionistas de todo el mundo.

Claro está que estos fósiles no pueden encontrarse en el catálogo de ninguna tienda de decoración ni de animales. La vía más común para hacerse con los huesos de estos grandes reptiles es pujar en subastas como la celebrada este mes en París, donde se ofrecían dos especímenes, un ‘Allosaurus’ y un ‘Diplodocus’, etiquetados como objetos de diseño de interiores. Interiores muy amplios, eso sí.

Los dos esqueletos, compuestos solo en parte por piezas verdaderas, se han subastado por más de 1,4 millones de euros cada uno a un postor que no ha querido desvelar su identidad. Una prueba de que, como advertía Lacopo Briano, experto en dinosaurios de la casa de subastas, “el mercado de los fósiles ha dejado de ser cosa solo de científicos”.

La influencia de Steven Spielberg

En 1997, tras el estreno de la película ‘Parque Jurásico’, el esqueleto de un ‘Tyrannosaurus rex’ apodado Sue, el mayor y más completo hasta la fecha, se subastó ante el temor de los paleontólogos de que acabara en manos de algún comprador privado. Finalmente, el Museo Field de Historia Natural de Chicago ganó la puja con 8,4 millones de dólares (cerca de siete millones de euros), con el apoyo económico de McDonald’s y Disney. Fue a partir de entonces cuando este mercado experimentó un intenso ‘boom’.

Actualmente, salen cada año a subasta alrededor de cinco de estos peculiares (y caros) adornos en todo el mundo, la mayoría adquiridos por museos o acaudalados coleccionistas europeos y estadounidenses que, cada vez más, tienen que competir con postores chinos interesados en la paleontología.

Una cola de dinosaurio subastada en México a principios de año podría no ser auténtica
Una cola de dinosaurio subastada en México a principios de año podría no ser auténtica | Jinx! I Flickr

En general, las especies carnívoras suelen tener más éxito por sus impresionantes dentaduras, así como aquellos especímenes con algún tipo de marca producida en una pelea, con un gran número de huesos verdaderos o con un cráneo especialmente llamativo.

Pero, desgraciadamente, el hecho de que los dinosaurios figuren en la lista de deseos de ricos compradores conlleva que cada vez sean menos accesibles para la comunidad científica y el público en general. Muchos museos se niegan a pagar los desorbitados precios que apoquinan los postores particulares y los investigadores no suelen estudiar aquellos fósiles en manos privadas, pues no tienen garantía de que sus colegas puedan replicar su trabajo, mejorarlo o comprobar sus resultados.

Sin embargo, que las subastas de huesos prehistóricos no tengan éxito tampoco es una buena noticia, ya que pueden terminar olvidados en sus vitrinas. El negocio parece haber perdido fuelle y, desde el 2016, numerosas pujas fallidas sugieren que la burbuja de los fósiles saurios podría haber explotado, punzada por una creciente polémica que pone en duda su moralidad.

La Sociedad de Paleontología de Vertebrados estadounidense ha condenado oficialmente la venta privada de especímenes interesantes para la ciencia. Para Ronan Allain, un paleontólogo del Museo de Historia Natural de París, los precios son “un completo sinsentido”. “Se trata de un mundo de lujo, no para gente como nosotros [los investigadores]”, ha concluido.

A Nicolas Cage, por cierto, le tocó devolver un cráneo de tiranosaurio por el que había pagado 276.000 dólares en una subasta porque la reliquia había sido sacada ilegalmente de Mongolia. Una auténtica pérdida para el salón de su casa.

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