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UNA EXPEDICIÓN DE 74 PERSONAS ESTÁ ATRAPADA EN LA ANTÁRTIDA

Antártida: cinco días en la prisión de hielo

El barco de exploración antártica Akademik Shokalskiy, que pretendía repetir la accidentada ruta del investigador Douglas Mawson, lleva atrapado en el hielo cinco días. Un barco chino y otro australiano que iban en su ayuda han tenido que dar media vuelta. Hay 74 personas a bordo.

Imagen del Akademik Shokalskiy atrapado en el hielo

Imagen del Akademik Shokalskiy atrapado en el hielo <a target="_blank" href="https://twitter.com/alokjha">Alok Jha en Twitter</a>

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Casi parece que Douglas Mawson tenga una maldición encima. Este investigador, el primero en llegar al polo sur magnético, protagonizó años después de ese logro una agónica carrera contra la muerte en la Antártida en la que recorrió más de mil kilómetros de expedición sobre hielo, casi un cuarto de ellos en soledad y sin apenas provisiones tras perder a sus acompañantes en la travesía.

La suya es una más de muchas historias extremas, no todas exitosas, de la desenfrenada exploración antártica que tuvo lugar un siglo atrás. Y, rememorando aquellos días, una expedición de 74 investigadores partió el pasado mes de noviembre en un barco para intentar repetir aquella ruta, aunque de forma menos accidentada. O eso presumían. El navío, de bandera rusa y llamado Akademik Shokalskiy, lleva atrapado en el hielo desde el día de Navidad, cuatro días después de haber conseguido llegar a la base desde la que Mawson partió cien años atrás.

Todo empezaba el pasado 9 de diciembre, partiendo del puerto neozelandés de Bluff a 16 grados de temperatura, según han ido marcando en su ruta a través de Google Maps.<7a> Según iban descendiendo hacia el sur la temperatura iba bajando: primero hasta los 4ºC, luego hasta los -2ºC. En el blog que mantienen, al que han llamado 'Spirit of Mawson' fueron describiendo sus hallazgos: pingüinos, finas capas de hielo, icebergs en el horizonte, un cambio de ruta para evitar el hielo... y finalmente, tras lograr hacer su primera escala con éxito, el día de Navidad encallaron.

Tras enviar su señal de socorro y comprobar que no podían reemprender la marcha, varios barcos de rescate salieron a su encuentro. El primero en llegar fue el chino Xue Long, conocido como Snow Dragon. La tripulación, al verlo llegar en el horizonte, celebraba de esta forma lo que -pensaban- era el final de su travesía.

 

 

Finalmente, el barco tuvo que dar la vuelta a siete millas náuticas de distancia porque iba a quedarse encallado también.

 

 

Ahora las esperanzas se centran en dos barcos más, que se esperaba que pudieran llegar a la zona este pasado domingo si la climatología lo permitía: el rompehielos australiano Aurora Australis y el rompehielos francés L'Astrolabe. Mientras se intenta el rescate, la mejor forma de seguir lo que pasa a bordo, donde la tripulación baja frecuentemente al hielo que les aprisiona a pasear, es seguir las cuentas de Twitter del jefe de la expedición, Chris Turney, o de un periodista que viaja con ellos, Alok Jha

¿A qué responde lo del 'espíritu de Mawson' al que se encomiendan los tripulantes varados en el hielo? Se le recuerda, además de por su conquista del Polo Sur Magenético, por iniciar una expedición sobre el hielo para recabar datos sobre uno de los rincones más extremos y desconocidos de nuestro planeta que acabó con una tremenda historia de supervivencia. En aquel entonces, acompañado por dos investigadores, bordeó el litoral antártico durante más de cinco semanas... hasta que el hielo engulló a uno de sus compañeros junto con la mayor parte de las provisiones y los perros de tiro. Estaban a 500 kilómetros de distancia de la base cuando emprendieron el camino de regreso.


Última foto de la expedición (Fuente: Wikipedia)

Entonces se inició un dramático viaje de regreso en el que, una vez agotadas las provisiones, empezaron a comerse a los pocos perros que tenían, lo cual no sólo ralentizó su marcha, sino que también les causó severos problemas de salud. Los exploradores desconocían que el hígado de husky contiene enormes cantidades de vitamina A, cuyo exceso es altamente perjudicial para la salud de los humanos. Finalmente, el último acompañante de Mawson enfermó, primero delirando, después autohiriéndose y, finalmente, cayendo en un coma y muriendo. Aún quedaban más de 150 kilómetros para llegar a la base.

Mawson siguió adelante y estuvo a punto de correr la misma fortuna que su primer acompañante: cayó en una cueva de hielo de la que pudo escapar trepando por su propia encordada. Más de dos meses y medio después, casi en el límite de sus fuerzas, encontró un depósito de comida cercano a la base que sus compañeros habían dejado para que pudiera encontrar el camino de regreso. Ahora, cien años después de la hazaña, ni siquiera la tecnología punta ha podido evitar que la Antártida se convierta de nuevo en una cárcel de hielo para quienes intentan conquistarla.


Ruta seguida por la expedición (Fuente: Wikipedia)

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