Con muchas promesas incumplidas, 'The Walking Dead' se despide guardándose un as en la manga para la cuarta temporada. Tras dieciséis capítulos vendiendo que sólo podría quedar uno, finalmente los guionistas han dejado a Rick y al Gobernador vivos dispuestos a seguir dando mucha guerra en próximos episodios. Eso sí, el bando de Philip se ha visto muy mermado por los que mata él mismo por huir en medio del ataque a la cárcel y por los que Rick se rescata en su autobús escolar. Los seguidores del cómic dicen que aún hay mucho que contar del Gobernador, la pregunta es si suficiente como para una temporada más.

Pese a todos los pronósticos, el Gobernador no ha sido el protagonista del capítulo, finalmente lo han sido Andrea y Carl. La rubia finalmente se ha despedido de la audiencia con una muerte esperada desde el comienzo de la temporada y que ha sido grande gracias a Milton. El tímido científico finamente decidió en qué bando estaba y le ha costado la vida. Obsesionado con estudiar una cura para los zombies, su final fue el peor que podía haber tenido: morir destinado a matar nada más convertirse en zombie. Y es que el Gobernador ha marcado las nuevas reglas del juego: "o matas o mueres, o mueres y matas".

Por su parte, Carl dejó claro que su personaje va a cambiar en la próxima temporada y que pretende dar mucho de qué hablar. El hijo del sheriff se está convirtiendo en un joven dictador al que no le tiembla la mano ante nada. No le tiembla la mano cuando tiene que matar a alguien igual que tampoco le falla la voz para increpar a su padre. Carl cree saber mejor que nadie lo que hay que hacer para sobrevivir en este mundo y está dispuesto a hacerse escuchar cueste lo que cueste.

"Si hay una amenaza acabas con ella y no te avergüenzas de que te haya gustado hacerlo", dice el Gobernador sin pestañear. Una frase que no extrañaría si saliera de la boca del pequeño Carl, un nuevo dictador sanguinario está naciendo y Rick va a tener que sufrirlo. 'The Walking Dead' despide así su mejor temporada con unos ocho primeros capítulos para quitarse el sombrero. Ahora a esperar pacientes para la próxima temporada, y si os corroe la ansiedad podéis poneros a leer los cómicos que seguro calma los nervios.

Lo mejor: El principio del capítulo, saliendo del ojo del Gobernador para meternos en la cabeza de Milton y situar al espectador frente a frente con Philip. Una producción impecable muy propia de 'The Walking Dead'.

Lo peor: Que la historia del Gobernador no haya acabado. La audiencia esperaba que esta lucha acabara y que en la próxima temporada abandonaran la cárcel para descubrir nuevas localizaciones.