Frank debe llevar una valiosa pintura de una galería a un rico coleccionista de arte un tanto psicópata.

En el momento de la entrega, y tras una salvaje persecución, se produce un contratiempo; y es que la pintura resulta ser una falsificación, donde Frank será posible sospechoso de robo del cuadro. Por esta razón, Frank es retenido contra su voluntad hasta que finalmente logra escapar.

Teniendo claro en que bando tiene que estar, Frank consigue una atractiva aliada y logra recuperar el cuadro verdadero para devolvérselo a su verdadero dueño. Eso sí, para conseguir el objetivo tienen que superar algunos contratiempos.