El FBI se da cuenta de que han podido acceder a sus teléfonos, concretamente a los que pertenecían a la vigilancia de Claire. Ryan pide que le lleven al lugar donde está Claire para vigilarla él de cerca.

Mientras, Roderick y dos de sus hombres llegan al motel donde está hospedada Claire y empiezan su operación, pero Ryan consigue llevar con él a Claire y se quedan en casa de un antiguo amigo de Ryan, ex-compañero del FBI, que se encuentra en protección de testigos.

Cuando creían que nadie más sabía donde estaban, Claire encuentra un localizador en un chaqueta. Carroll y sus seguidores ya sabían donde se encontraba, por lo que Rick, su amigo y Claire se preparan para lo que pueda pasar, pero ella cae ante Roderick y acepta entrar en su coche para ver a su hijo Joey.