A Félix no le gustan los cambios. Quiere una vida sencilla, pero sobre todo quiere que las cosas se hagan a su manera, y cuando eso no ocurre, sencillamente opta por convertirse en un enemigo. Quiere lo mejor para su familia, lo que a veces le hace perder un poco la perspectiva de la realidad. Bajo ese hombre de apariencia fuerte que ha ejercido casi como padre de Samuel se esconde una persona guiada por una esposa con las ideas muy claras y el conocimiento de cómo hacer que su marido las defienda como si fuesen propias.

Félix y Gloria, cuando ya casi habían perdido la esperanza de ser padres, tuvieron la oportunidad de adoptar a Sofía. Ella supone su bien más preciado y lo que más quieren proteger, aunque no siempre acierten en la manera. El control ejercido sobre Sofía sólo ha conseguido una cosa: aumentar las ganas de la chica de una vida lejos del bosque y el aserradero donde su padre vende la madera.