Todo el mundo duda del estado mental de Molly. Tras ser encontrada inconsciente en mitad del bosque y llegar al hospital donde el doctor negaba su estado de gestación, Molly tiene únicamente su palabra para demostrar que su embarazo era cierto. Un paño lleno de sangre que guardaba su padre, puede ser la prueba que demuestre que sus palabras son ciertas y no ha sido una alucinación.