Mientras, a Ana la proponen para un papel en una serie policiaca; emocionada consigue que Jorge la ayude a meterse en la piel de una poli y se la lleva de patrulla. Todo, a escondidas de Sebas y su superior. Por desgracia, Ana y Jorge se ven envueltos en un accidente, que les arrastra a una red de mentiras de la que no podrán salir fácilmente.

Por su parte, Nata, después de que Jorge le haya dejado bien claro que para él sólo es una niña, no puede evitar los celos que siente al verle tan cómplice con Ana.

Por otro lado, Oli, Lola y Paula están hartas de los gritos de los vecinos de arriba y deciden subir a quejarse; la pareja de ancianos se disculpan y él les promete que no volverán a oírles. A partir de ese momento, los gritos cesan pero las sospechas de que algo terrible ha podido suceder afloran en Oli y Lola. Como buenas vecinas se sentirán en la obligación de emprender una investigación que acabará en un más que sorprendente final.