En una ruta interestatal se descubre un cadaver descuartizado, faltando la cabeza y otras partes que serán localizadas en un semiremolque que provee a supermercados por toda la zona. Se identifica la victima: una mujer obsesionada con los cupones de descuentos, y en principio se sospecha del esposo y de una cajera. Brennan admite extrañar demasiado a Christine, aunque reconoce que no tiene lógica su reacción sobreprotectora para con su hija. Seleey brinda apoyo y comprensión.