Van Alden hace una visita a Margaret Schroeder. El agente le enseña su fotografía de inmigración, algo que descoloca a Margaret que piensa que le van a deportar. Van Alden le acusa de confraternizar con un asesino, el hombre que mató al padre de sus hijos o lo que es lo mismo, Nucky Thompson. El agente intenta convencerle de que es un mal hombre y un criminal.

Molesta y muy ofendida, Margaret intenta deshacerse del agente y le acusa de entrar en su casa con el pretexto de que es una  visita oficial cuando claramente, tiene otras pretensiones.

El agente desvela el motivo de su visita, ofrecerle la salvación, salvarla del fuego del infierno que la consumirá si al final no se arrepiente.