Cuando empezó la batalla campal entre los padres Jesús Alfonso estaba arbitrando el partido. Había expulsado ya a un jugador y al entrenador del Alaró, pero el detonante, dice, fue una agresión sobre el terreno de juego.

"Los padres del jugador al que estaban pegando accedieron al terreno para proteger a su hijo y luego los otros también decidieron entrar, entonces fue cuando se lió la tangana", explica Jesús Alfonso.

El colegiado que arbitraba este partido de infantiles asegura que había intentado avisar a la Policía de que los ánimos se estaban caldeando: "Le dije al delegado local que llamase a la fuerza pública porque veía que iba subiendo de tono, pero luego me dijo que no avisó a la policía".

Los padres defienden que fueron ellos mismos los que detuvieron la pelea. También, a través de un portavoz, han pedido perdón por las bochornosas imágenes, aunque uno de ellos sí ha querido pronunciarse de forma particular. En la cadena SER, ha dicho que es "vergonzoso".

La Comisión Antiviolencia de la Federación de Fútbol ha remitido a la Fiscalía el vídeo y presentará denuncias por vía penal.