El salario mínimo en España no llega a los 750 euros, mientras que el griego es menor de 600 euros. La inflación helena también es mucho mayor que la española, concretamente de un 4,7%. Sin embargo, el paro en España, con un 25,8%, ya supera en 8 décimas al de Grecia.

Y otra cosa que tenemos en común en la percepción que se tiene de nosotros desde el norte de Europa. Desde Alemania se nos ve como gente poco trabajadora, muy amiga de la juerga y poco responsable, aunque la imagen de los griegos es mucho peor que la nuestra.