Primer paso: ir a su médico de cabecera y explicarle por qué quiere abortar. Si el doctor no es objetor de conciencia le remitirá al segundo paso: un psiquiatra. Él tendrá que firmar un informe que certifique que hay riesgo mental para ella.

Pero esto no es suficiente (tercer paso): después la mujer tendrá que buscar a otro psiquiatra que elabore otro informe similar. Y si tienen opiniones distintas (cuarto paso), aún deberá recurrir a un tercero que decidirá quién tiene razón. Además, uno de esos médicos tendrá que informarla sobre las consecuencias (de un aborto) que podría provocarle una interrupción de su embarazo.

Con esos documentos inicia el quinto paso: volver al médico de cabecera, que le pedirá hora para el sexto trámite: ir a los servicios sociales. Allí le informarán de las alternativas al aborto (como la adopción, ayudas públicas, acogimiento…) y le expedirán un nuevo certificado.

Si la mujer mantiene su decisión, le toca el paso número siete: deberá esperar siete días más, lo que la ley llama periodo de "reflexión".