Un desahucio suele empezar en la cola del paro. No hay trabajo, no hay dinero y toca elegir. Elegir entre comer o entre pagar la hipoteca.“Dejé de pagar y ahí empezó todo el proceso”, cuenta una afectada por un desahucio. Tatyana Roeva, psicóloga de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, afirma que “llaman a la gente 24 horas diciéndoles que son estafadores, ladrones y morosos. La gente termina desesperada”.

Y esa gente desesperada tarda muy poco tiempo en perder lo que le ha costado toda una vida conseguir. El deudor debe recibir la notificación antes de abandonar la casa, por eso el único modo de evitar el desalojo es evitar el paso de los enviados del juez.“Es el peor servicio que se le puede encomendar a un policía o a la mayoría de los policías porque te enfrentas a verdaderos dramas” José Manuel Sánchez, Secretario General del Sindicato Unificado de Policía.

laSexta Columna habla con un funcionario que participa en las comisiones judiciales. Tiene que llevar la notificación del juez cuando se produce el desahucio. En una de estas entregas, el destinatario de la notificación la esperaba muerto. “Ha habido más casos: muertos, ahorcados, con tiros…” asegura este funcionario que prefiere mantener su identidad en el anonimato.

José Miguel Domingo se suicidó la mañana de su desahucio. Llevaba 30 años siendo el librero de ‘La Chana’, un barrio obrero de Granada. En el balance del banco cuenta como un activo inmobiliario, una propiedad que hoy tratan de vender. No importa a quién ni el momento escogido. “Me dieron el pésame y me dijeron que si quiero el local de mi hermano ellos me lo financian”, cuenta  Carmen Domingo, hermana de José Miguel.