Vanesa Mendoza es profesora de religión en un colegio católico en Carabanchel. Cree que es correcto que se pague a los profesores de religión con los impuestos de todos, ya que no considera “que una asignatura tenga más importancia que otra en ese sentido”.

Cuenta a Jordi Évole que en su colegio no hay libros de texto, sino iPads que los propios padres traen de sus casas. Confiesa la dificultad que tiene explicar un mismo tema de dos maneras diferentes como puede ser la formación de los arcoíris.

Como profesora, ve más sencillo dar clase a niños y niñas por separado porque, confiesa, no es lo mismo. Cree que esto no influye en la manera de relacionarse de los niños. “Yo me he criado en un colegio mixto y no me ha pasado nada”, concluía Vanesa.