Olga Cuesta es una de las miles de personas estafadas por las preferentes. Ella puso todos sus ahorros, 220.000 euros, en preferentes, sin saber lo que firmaba. Su caso está en manos del abogado Jesús Ruiz de Arriaga, que cree tajantemente que va a recuperar todo su dinero.

Su bufete lleva de 4.000 a 5.000 casos de preferentistas, unos 300 millones de euros en reclamaciones, de los cuales han ganado 56 de los 62 que tienen sentencia, un 90% de los casos favorables.

Ruiz de Arriaga cree que es difícil que “un juez no te dé la razón” en estos casos, al ser una situación de engaño fácil de demostrar. Muchos casos son de Bankia, entidad que hacía pasar un test a sus clientes que rellenaban ellos mismos.

Sobre la ley de arbitraje anunciada por el ministro Luis de Guindos, Arriaga afirmó que su objetivo “es lavar la cara” y “dar una imagen de que se hace algo por los preferentistas”. Los casos que llegan de arbitraje son por poco dinero y ni siquiera recuperan la totalidad del dinero, según confiesa Arriaga. “La información que tenemos es que recuperan el 80 o el 90% del dinero”, concluye el abogado.

Jesús Ruiz de Arriaga también aboga por un movimiento preferentista para que recuperen su dinero, pero también denuncia que algunos medios de comunicación les han vetado al intentar publicar sus publirreportajes en los que explican cómo reclamar y cuáles son los derechos de los preferentistas.

Los casos que llegan a su bufete, confiesa, son superiores en su mayoría a los 20.000 euros, lo cual no quiere decir que sus clientes tengan un nivel adquisitivo alto, sino que son ahorradores en su mayoría. Según el propio Arriaga, esto “fue una estrategia diseñada para hacerse con su dinero, para convertirlos en parte de su capital y de fondos propios de la sociedad. Cogieron a todos los que pudieron, casi siempre el 100% de sus ahorros”.

También hablamos con Olga Cuesta sobre cómo vivió la estafa que la afecto en primera persona. Tenía 220.000 euros que había ahorrado a lo largo de su vida junto con su marido, dinero que fue a parar a las preferentes. “Aparte de deprimirte, en ese momento, lo único que quieres es buscar alguien que te garantice algo, porque es que si no, te quedas sin nada. Y, claro, oye, ¿para eso hemos trabajado tanto?”, lamentaba Olga hablando sobre su caso.

Llevó su caso a juicio en mayo de este mismo año y ganaron en tan sólo 10 días. No teme salir públicamente a decirlo, ya que dice que son “miles de tontos” a los que les han estafado.