La carne que se come tiene una serie de tóxicos que acaban en el cuerpo. Con el pescado pasa igual. “El principal en el pescado es el mercurio”, comenta Ferran Ballester, profesor de la Universitat de València.

“El mercurio llega al pescado porque lo acumulan en su cuerpo. Por ejemplo, el mercurio es eliminado por una actividad industrial. Primero puede ir a los ríos, acaba en el mar… o puede ir al aire y se acaba depositando por la lluvia”, explica el profesor.

“Todo el pescado fresco y pequeño tiene muy poco mercurio. Los que más mercurio acumulan son los pescados depredadores y que viven muchos años como son el pez espada, el emperador, el atún rojo y el tiburón”, alerta.

Una vendedora de una pescadería declara que ahora quizá se está exagerando un poco pero que ayudará aconsejando a los compradores en lo que pueda.

"Prima más un beneficio económico inmediato que el bien general"

Ferran, junto a otros investigadores, está haciendo un estudio sobre la exposición que se tiene a productos como el mercurio. Han visto que los niveles en los recién nacidos son elevados comparados con otros países. Estarían entre los más altos del mundo. Se debe a que el consumo de pescado en España es elevado.” Incrementa el riesgo de que pudiéramos tener un retraso en el desarrollo cognitivo de los niños”, explica.

Recomienda durante el embarazo y los dos, tres primeros años vida, evitar el pez espada, el emperador, el atún rojo y el tiburón.

Un adulto que come “pescado de riesgo” con esa acumulación de tóxicos “en principio no pasa nada. Pero utilizando el principio de precaución se han visto riesgos años después”.

Los españoles “estamos faltos de un programa coordinado de lucha contra la exposición al mercurio”. Y es que, “parece que prima más un beneficio económico inmediato que no el bien general”. Como el de una empresa química que ofrece beneficios al pueblo pero que la factura que está pagando el medio ambiente es alta, comenta Évole.