Jesús Núñez, excomandante y director de IECAH,  explica en Salvados que el programa especial de armamento es una fórmula en la cual el ministerio de Industria adelanta un dinero al sector industrial para poner en marcha la fabricación de armas que acaban en manos de las fuerzas armadas disfrazándolo de un proceso de I+D. Núñez afirma que esta barbaridad se formuló en su día para modernizar las fuerzas armadas y se buscó una fórmula que no era difícil profetizar que iba a fracasar. “La industria armamentística fabrica las armas y año tras año hay un compromiso por parte del Estado. Este no puede pagar y ya acumula una deuda que  alcanza los 32.000 millones de euros” comenta Núñez y añade que “la industria armamentística juega con ventaja y recibe dinero del Estado y nadie se lo cuestiona mientras que en el sector de la minería sí”.

Esta deuda se debe a que el Estado “no puede pagar el armamento que vemos en los desfiles militares ya que sino no existiría". Y hemos llegado a tener esta deuda por la necesidad de financiar el desarrollo de unos sistemas de armas que las fuerzas armadas encuentran necesarias. Un sistema de armas  que cabe cuestionar si es adecuado para las necesidades de nuestro ejército”. Núñez pone un ejemplo explicando que “España está dotada de un carro alemán de 60 toneladas y en España no hay ningún sitio para desplegarlo para aprovechar su potencialidad ya que se usa en las llanuras europeas pero no en España”. Este gasto innecesario a través de esta fórmula la ideó Pedro Morenés, actual ministro de Defensa, cuando era secretario de Estado de Defensa. Morenés, en su momento y a día de hoy, lo que quiere es “internacionalizar la industria de defensa española y buscar comercio ahí fuera, es decir,  vender armas a cambio de que te compren otro producto."