'Salvados' entrevista a Soledad Adrián, una periodista de Dublín que cuenta al programa cómo se vivía durante el ‘tigre celta irlandés’, boom económico irlandés de 1995. En total, 12 años de crecimiento a nivel económico. "Fue el ejemplo a seguir para toda Europa pero tuvo sus consecuencias”, declara Soledad.

“Llega la crisis bancaria, los constructores no tienen dinero y no pueden vender las casas por que son muy caras”. Un relato idéntico al de España, según Jordi Évole.

A nivel internacional se compara mucho la crisis española con la irlandesa. “Irlanda fue el primer país en pedir un rescate económico", explica la periodista.

"500.000 mil euros de casas que ahora valen 150.000 euros pero ya no se pueden vender porque la deuda de los constructores era con los bancos por lo que el Gobierno se ha hecho cargo de ellas", asegura a Jordi.

Se ha calculado que se tienen que invertir 47.000 millones de euros en dinero público para rescatar, en concreto, al Anglo Irish Bank, pero los irlandeses no salen a la calle para manifestarse. “Los irlandeses son mucho de enfadarse pero de salir a la calle a manifestarse es otra historia”.

Sin embrago, ahora se ha creado el impuesto de la vivienda y se ha creado un movimiento en contra de él porque les parece injusto.

Este impuesto consiste en que todo aquel que tiene una vivienda en propiedad tiene que pagar 100 euros. La excusa del Gobierno es que es un impuesto que esta dirigido a pagar por los servicios que prestan las autoridades locales, a pesar de que se está pagando “Nos están cobrando dos veces por lo mismo”.

El ciudadano Irlandés “sabe que se ha creado porque el Gobierno está dirigiendo los fondos públicos para pagar la deuda privada de los bancos y los constructores, saben que no es por los servicios públicos”, cuenta Soledad.

Las cifran de quienes pagan y no  “están un poco discutidas”. El Gobierno “dice que el 65% de la población lo ha pagado. Los manifestantes dicen que es un 55% de la población los que no lo han pagado”.

El no pagar este impuesto se ha convertido para muchos irlandeses en “una cuestión de principios y una cuestión económica porque no se lo pueden permitir”.

Hay una plataforma que organiza y coordina esta desobediencia masiva que es “la campaña en contra de los impuestos del agua y la vivienda”.