El tono se presagiaba desde el principio, Iglesias y Rivera decidieron aparcar esta vez la cordialidad de otros cara a cara, para protagonizar un cruce de acusaciones en toda regla. "Rajoy es un chollo para podemos", decía Rivera, mientras que Iglesias le contestaba diciendo que "Ciudadanos es una agencia matrimonial entre el PP y el PSOE".

Las interrupciones de uno y otro fueron constantes para lanzar pullas más o menos veladas al contrincante. "Hablar en el año 2006 de los peligros del comunismo creo que es algo que a la gente le suena completamente a chino", decía Iglesias, mientras que Rivera contestaba que "en China hay comunismo también".

Pero si hubo un momento bronco como tal, fue el de la política de refugiados. "Tu demagogia es insultante, unos van a Grecia a darse abrazos con Tsipras, otros vamos a abrazar a niños", decía Rivera a Iglesias.

El espíritu del Tío Cuco no se recuperó cuando se puso sobre la mesa el empleo. "¿Cómo tienes tanta cara?", señaló Iglesias, a lo que Rivera respondió: "Te sale la cal viva".

En un tono más relajado comentaban la jugada este lunes. "Creo que no es elegante que uno mismo juzgue el resultado de un debate, eso lo debe juzgar la gente", señala Iglesias. "Estoy muy satisfecho porque pudimos contrastar y decir las cosas como son", explica Rivera. Lo dijeron al principio y lo confirmaron al final, tras el debate tampoco se irán juntos de cañas.