Cuando llega la factura, el precio que se cobra por kilovatio hora “se fija con una parte por peajes y otra por subasta”, según explica a 'Salvados' Jorge Morales de Labra, Director de GeoAtlanter.

Hay dos tipos de subasta: la que se hace todos los días y otra trimestral, que tiene que ver con la variación de precio.

En la subasta diaria, participan exclusivamente compañías eléctricas, a través de un mercado electrónico.

La energía le cuesta al consumidor igual porque "la factura de la luz se paga a un precio fijo determinado por el Gobierno, pero al comercializador de energía le sale más barato que se consuma por la noche que en hora punta", declara Jorge.

El precio se fija con las curvas de oferta y de demanda, en la mayoría de los casos pertenecientes a: Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Endesa, E.ON y EDP. En una subasta, ‘gobernada’ por los oligopolios “el coste del producto no tiene nada que ver con lo que cuesta el producto”. Un coste que “se niegan a enseñar”. No se puede saber lo que en realidad cuesta un kilovatio hora, “si no abren sus cuentas a una auditoría pública”, comenta el Director de GeoAtlanter.

En una subasta trimestral, participan las eléctricas y agentes financieros que “negocian con el precio de la electricidad, especulan”. “Son inflacionistas para ganar un dinero adicional”. El Gobierno lo permite. Algo que Ángel ha denunciado desde hace dos años porque “produce un sobrecoste en el precio de la luz de un promedio de más de 500 millones de euros anuales”. Además, el Gobierno “les reconoció una prima de riesgo, aunque luego la eliminaron”.

Esto que se da en el sector eléctrico se da también “en el sector petrolero”.