El tono se presagiaba desde el principio. Iglesias y Rivera decidieron aparcar en el nuevo debate la cordialidad de otros 'cara a cara' para protagonizar un cruce de acusaciones en toda regla. "Rajoy es un chollo para Podemos", señalaba Rivera, mientras que el líder de la formación morada aseguraba que Ciudadanos es "una agencia matrimonial entre el PP y el PSOE".

Un espíritu que no se recuperó cuando se puso sobre la mesa el empleo.

Nada que ver con el anterior cara a cara en Salvados, celebrado durante la precampaña del 20D en el bar 'Tío Cuco' de Barcelona. En esa ocasión estuvieron de acuerdo en tantas cosas que Iglesias bromeó diciendo: "Como esto siga así, nos presentamos juntos a las elecciones".

Sin embargo, Rivera admitió ante Jordi Évole que, desde aquel primer debate hasta ahora, han pasado "cosas", entre ellas las elecciones del 20D, el acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos para tratar de investir presidente a Pedro Sánchez y la negativa de Iglesias a avalarlos. Mientras el líder de Podemos reprochaba al de C's ser una "suerte de agencia matrimonial" entre populares y socialistas.

El debate tuvo un tono marcadamente agrio, con encontronazos continuos. Venezuela fue uno de los temas en los que la tensión fue más elevada. Rivera emplazó a Iglesias a usar su "mano" con el chavismo para interceder ante el gobierno de Maduro para que libere a los presos políticos. Iglesias le respondió acusándole de ser "un ventrílocuo" del PP y repetir las mismas consignas que el partido de Rajoy.

Otro asunto sobre el que se cruzaron duros reproches ha sido el de los refugiados, un tema en el que a priori estaban de acuerdo a la hora de lamentar la pasividad de la UE y de reclamar medidas urgentes. Sin embargo, Iglesias le preguntó por qué ha ido a visitar a los refugiados cuando hace tres años votó en el Parlamento catalán a favor de retirar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares, lo que ha irritado a Rivera, que le ha acusado de tener "una demagogia insultante".

"He estado con gente en mis brazos (...) No hagas demagogia con la muerte", clamó enfadado Rivera después de que Iglesias le reprochara que se hiciera "fotos" con refugiados cuando estaba defendiendo que la comunidad internacional bombardeara Siria. "No te pongas nervioso", le pidió Iglesias. "Me indignas", replicó Rivera, "lo que es demagogia es hacerse fotos con Tsipras", que está llevando "a la ruina" a Grecia.

La tensión no se rebajó hablando de Economía cuando Pablo Iglesias ha recordado que si la reforma laboral del PSOE redujo de 45 a 33 días los días de indemnización, el PP los volvió a rebajar de 33 a 20 y C's quería reducirlos a ocho. "Eso es falso", ha exclamado Rivera, que volvió pedir a Iglesias que se tranquilizara y no perdiera los nervios. Jordi Évole les llegó a preguntar si de verdad querían continuar con ese tono.

Tras el tenso encuentro, ninguno de los dos ha querido profundizar en el análisis. No obstante, lo dijeron al principio y lo confirmaron al final: no se irán juntos de cañas.