En referencia a los 50 millones de euros supuestamente defraudados en estos cursos de formación, Jordi Évole le pregunta a Ramón si realmente se maneja tanto dinero. No sólo lo afirma, sino que además asegura que se maneja “muchísimo más. 50 millones de euros es sólo un caso.  Hay cientos y diría que miles de casos”.

"50 millones de euros es solo un caso. Hay cientos y diría que miles de casos"

Ramón explica algunos de los métodos para desviar dinero público a través de estas subvenciones: “Hacían un trato con un formador para pagarle una cantidad que no correspondía con el 40% que estipula la ley que hay que pagarle al formador. […] Cuando yo veo un Excel que me llega en el que una columna del Excel ponía: ‘Facturado: 50. Negociado: 20’.  Se facturaba 50 y el profesor había negociado con la empresa 20”.

También narra cómo se falsificaban los partes de firmas de asistencia de alumnos: “Por ejemplo, la Junta de Andalucía da la subvención por alumno. Es decir, por alumno que acabe el curso.  Si se empieza un curso con 15 alumnos y el curso se acaba con 13 alumnos y esas dos personas han abandonado porque sí,  esas dos personas no son objeto de la Junta de Andalucía. […] Si un alumno deja el curso y a mí me dicen que no lo tengo que comunicar oficialmente, y yo tengo que entregar a la Junta de Andalucía esos partes de firmas,  blanco y en botella. Sólo hay una posibilidad y es que se firme por los alumnos”.

Jordi Évole también tiene la oportunidad de escuchar el testimonio de Vicente Laguna, un abogado que denunció a una empresa de formación cuando ésta ofreció en una entrevista a su mujer, que ejerce como profesora, pagarle muy por debajo del salario mínimo estipulado por Ley. “De 23 euros que la correspondía a la hora por formadora, le ofreció este señor, con el que se entrevistó, ocho euros la hora.  […] Decía que era la ley de la oferta y la demanda y que si ella no lo aceptaba, habría personas que lo aceptarían”.