Pilar Vera es la tía de una de la fallecidas en el avión de Spanair  que en agosto de 2008 se estrelló en Barajas y murieron 154 personas. La presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 explica a Jordi Évole cómo se informó de la muerte de los familiares. “Hay dos partes, una en Madrid y otra en Gran Canaria. Hay una parte importante que se dirige al Aeropuerto de Barajas, en Madrid, las encierran en una habitación, horas y horas, y luego sale un avión de Canarias, a última hora del día 20, llega aquí a la 1:30, y es lo mismo, en el Aeropuerto de Las Palmas los encierran  en una habitación”:

Pilar le explica al periodista de ‘Salvados’ el drama que vivieron en el avión de Canarias cuando se enteraron que los iban a llevar al IFEMA. “Estaba muy reciente lo del 11-M, las personas asesinadas fueron llevadas a IFEMA y se hizo lo mismo con el accidente de Spanair”, comenta. La presidenta explica que cuando llegaron allí se encontraron con las instalaciones cerradas y sin agua para beber. “¿Sabes el kit de supervivencia que nos dieron? Lo que le dan a las personas que vienen en patera,  que cruzan el Océano Atlántico. Un kit donde hay una manta  para que te la pusieras el 20 de agosto”, asevera.

Tampoco controlaron en acceso al recinto. “Había mucha gente que no tenía nada que ver con aquello. Había de todas las religiones y carteristas, porque hay el caso de una persona, de una familia que perdió a cuatro personas,  a los dos nietos varones, a la hija y al yerno, imagínese cómo podía estar esa madre, y le van a dar un abrazo y le meten la mano en la cartera”, comenta.

"Hay gente con sangre fría que intenta hasta robarte"

Encontraron también gente que intentaba hacer negocio con la tragedia. “Están lo que en Estados Unidos se llaman los "persigue-ambulancias", son gente que cuando ocurre una tragedia de estas  le cuentan a una persona que está esperando  que identifiquen a su hijo, a su madre, a su sobrina  y le empieza a contar que en Estados Unidos  las indemnizaciones son mucho más grandes y que firme un contrato en inglés rápidamente, que él es una buenísima persona… Gente con sangre fría que intenta hasta robarte, más de lo que ya te habían quitado”, le cuenta a Jordi Évole.

Pilar Vera explica que en IFEMA nadie les explicaba nada, no tenían información. “Aquello era Radio Macuto. Aquello era que uno se enteraba de una cosa y venía y contaba. No teníamos información de nada,  nosotros no sabíamos lo que estaban haciendo. La lista la colgaron en la pared, como los cobardes, que no tienen ni autoridad moral  para decirle a una persona a la cara: ‘Han fallecido tantos y tantos están de esta manera’”, asevera.

La presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 comenta que la que era directora general de Protección Civil, Pilar Gallego, dijo que el centro de espera a que identifiquen a los pasajeros no estaba preparado y les mandaron a otro centro de espera: el Hotel Auditorium.

Ese domingo fue la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, a la que expusieron sus quejas. “Empezamos a decirle que qué estaban haciendo,  que era domingo y que no había ni 20 personas identificadas, que tenían que traer forenses,  que por favor a los medios de comunicación que se habían metido allí los apartara de la puerta, que no los dejara entrar, porque lo único que te preguntaban era qué habías perdido, una foto... Morbo. Y la mujer cumplió”, asegura.

Valorando cómo gestionó la Administración esa tragedia de Spanair, Vera asevera: “Todo lo que ocurre el día 21 en IFEMA  marca todo una trayectoria después y una lucha en paralelo, por una parte, lograr justicia y verdad  y, por otra, que esto cambie, que no vuelva a ocurrir, que tiene que haber otra manera de tratar a las personas”.