En el programa de Podemos también hablan de establecer controles y condiciones  a las grandes empresas a la hora de concederles la adjudicación de obras públicas. Eso quiere decir que “ocurra lo contrario de lo que ocurre ahora,  que un gran empresario se va a un restaurante de lujo, habla con un político, se toman unas cuantas copas de champán y resulta que al final, qué casualidad, se hace un concurso  público y es el amigo del político el que se lleva la adjudicación. ¿Quién pierde con eso? Los ciudadanos. ¿Qué hay que hacer? Hacer las cosas bien. Sin enchufes”, explica Pablo Iglesias.

El líder de Podemos explica que cuando Madrid viajó a Argentina para presentar a la capital para la candidatura de los Juegos Olímpicos de 2020, algunos representantes de la Comunidad de Madrid viajaron en el avión privado de Florentino Pérez. “Igual no estuvieron hablando de negocios, estuvieron hablando de literatura inglesa, pero a lo mejor si esas imágenes se produjeran un poco menos, tendríamos un país un poquito mejor”, comenta el eurodiputado.

Iglesias asevera que para que Florentino Pérez siguiese teniendo concesiones de una Administración pública gobernada por Podemos tendría que ganar “concursos” y habrá que “auditarlos”. El dirigente de Podemos le recuerda a Jordi Évole que el presidente del Real Madrid comenzó siendo concejal en el ayuntamiento de Madrid. “Qué país tan raro, ¿no? Los empresarios empiezan su carrera como concejales en ayuntamientos”, comenta.

Otra cosa que preocupa al partido y que aparece en el programa de Podemos es que proponen que nadie pueda ser el propietario de más del 15% de un sector como por ejemplo la comunicación.  Pablo Iglesias explica que “cuando la concentración de la propiedad de esos espacios está en muy pocas manos podría ocurrir que se vea amenazada la libertad  de un periodista”.

Además, reconoce que Podemos no sería lo que es si no hubiese tenido todos los minutos que ha tenido en las televisiones privadas de este país. Unas televisiones en las que han salido a ‘tutiplén’ porque, según afirma Pablo: “Éramos rentables económicamente”.