Francisco Cardona es familiar de uno de los fallecidos en el Yak-42, su hijo mayor, Francisco José Cardona Gil. Jordi Évole le enseña al miembro de la Asociación de Víctimas del YAK-42  y a Curra Ripollés, de la misma plataforma, unas declaraciones que hizo el ministro Federico Trillo respecto al accidente. “Pusimos todo nuestro empeño  en organizar el retorno y los funerales con la máxima dignidad, sin que en ningún momento,  como se ha afirmado falsamente, tuviéramos ninguna noticia sobre los errores en las identificaciones,  que solo empezaron a cuestionarse muchos meses después”, comentaba el político.

Unas declaraciones que encienden a Francisco. “Me gustaría tenerlo enfrente para decirle la cantidad de mentiras que nos ha contado estos 11 años y medio. A mí me juraron, concretamente el almirante jefe de la Armada en aquel entonces, Torrente Sánchez, desde Madrid, por teléfono, el día 27 de mayo a las 7:30 que mi hijo había sido identificado correctamente”, explica.

"Me gustaría tener a Trillo enfrente para decirle la cantidad de mentiras que nos ha contado"

Meses después del accidente se descubrió que no se habían identificado correctamente a los fallecidos. Empezaron a sospechar que sus seres queridos no habían sido identificados, tras varios indicios. “El primer indicio que a mí me dan es que me dan el féretro y no me dan la llave. Yo hubiera querido la llave porque mi mujer quería ver a su hijo muerto. Prueba de que no se lo permitieron es que en el tanatorio donde estuvo el cuerpo esa noche estuvo velado por militares del Ejército de Tierra y del Aire toda la noche hasta el día siguiente que fue el entierro. No me dejaban ver el cadáver porque ellos sabían que ese cadáver no estaba identificado”, comenta.

Esas sospechas no se las pueden comunicar a Federico Trillo porque no les reciben. Sin embargo, Javier Jiménez Ugarte, secretario general de Política de Defensa en su despacho, sí lo hace. Un hombre poco diplomático, según Curra, que les aconsejó ir a un psiquiatra. “Él en un momento me llegó a decir: ‘Usted lo que está es loca’”, asevera. Una acusación que también les hizo a Francisco y a su mujer.

Varias familias, incluida la de Francisco, viajaron a Turquía con el Villareal, que les pagó todo a las víctimas. Y es que las primeras familias que fueron a Turquía, fueron con el equipo de fútbol, no invitados por el Ministerio de Defensa. Cardona explica que una vez allí, un imán musulmán les dio dos chapas de identificación de dos militares españoles. “Nos habían perjurado que estaban identificados con las chapas de identificación y si esas chapas las tengo yo, a esos no los han identificado, indiscutiblemente”, comenta.

Después de contactar con una abogada turca, consiguieron un acta de entrega y custodia de cadáveres que habían firmado los militares españoles  en la que reconocían que los turcos les hacían entrega de 32 cadáveres identificados y 30 sin identificar. “El Ministerio negó que esta acta existiera. Incluso después de hacerse pública el acta dijo que era falsa, hasta que en la Audiencia Nacional, en el juicio de las identificaciones, se dio validez al acta firmada por los turcos y españoles”, concluye Francisco.