Esperanza Aguirre se arrepiente del nombramiento de Francisco Granados: "El señor Francisco Granados era el que yo propuse y yo he pedido disculpas por ello humildemente". Explica que la razón de esta elección fue premiarle por ganar la alcaldía de Valdemoro, un municipio de voto tradicionalmente socialista. Aun así, matiza: "Mucho antes de que saliera lo de sus cuentas en Suiza y lo de la Púnica, 3 años antes, yo perdí la confianza en el señor Granados y lo cesé, pero eso no me libra a mí de ser la persona que lo ha propuesto".

En cuanto a las prácticas casi mafiosas de los implicados en la trama Púnica, admite: "Debí darme cuenta de que aquello era como lo de la cabeza de caballo de 'El Padrino'". Para Aguirre "lo importante es que funcione el Estado de Derecho" y es rotunda: "Quien haya cometido ilegalidades o haya robado dinero público, ha de ser detenido, juzgado, con todos sus derechos, y, si es culpable, ha de ser condenado y que lo devuelva todo".