Iván dejó España porque le ofrecieron oposición de investigador en la universidad, y aunque ya lo terminó hace unos años, lleva en paro como año y medio, le quedan unos seis meses. Ha estado haciendo un curso de danés durante el último año.  El curso lo pagó el servicio de desempleo. Para el español fue de “gran ayuda”. Iván explica que, en general, los cursos que se ofrecen a los desempleados en Dinamarca “son cosas serias, muy específicas, pero que suelen ofrecer buenos resultados”.

Jordi Évole entrevista al español en un jobcentre, el equivalente al INEM en España. Sin embargo, en Dinamarca es habitual que en sus oficinas se encuentren con una sala de office con sus frutas, máquina de café, etc… “Es una actitud diferente”, porque con el INEM “uno tiene la sensación de que es un mero trámite burocrático. Uno tiene que ir allí, sellar su papel  e irte a tu casa como volviste”, comenta el físico.

Iván en Dinamarca está haciendo unas prácticas de empresa. “Un proyecto que empecé con una empresa con la que trabajaba a tiempo parcial. Vimos que había una posibilidad de desarrollar un proyecto  que se podría convertir en un puesto de trabajo fijo”, explica.

"Uno tiene la sensación de que el INEM es un mero trámite burocrático"

El español llegó a un acuerdo entre el ‘jobcentre’, la oficina del INEM, la empresa y él para poder hacer las prácticas al mismo tiempo de cobrar la prestación de desempleo, que son unos 1.200 euros después de impuestos.  Sin embargo, no podría cobrar el paro y tomarse un año sabático en Dinamarca. “Tienes como obligación al menos mandar dos currículo o dos solicitudes de empleo a la semana. Y si no, te quitan el paro”, asevera.

El físico en paro acude al ‘jobcentre’ una vez cada tres meses como mínimo. “Tienes una reunión de seguimiento y, si surge cualquier cosa, quieres hablar con un consejero y discutir algo, siempre puedes llamar, concertar una cita”, comenta. Su consejero es Eric Maillet, quien conoce su caso en detalle y si surge algo le puede llamar para ayudarle a encontrar un empleo.

Eric asegura que es muy corriente el caso de Iván en Dinamarca: “Podemos decir que es muy habitual poner los candidatos y empresas  juntos, porque muchas veces surgen proyectos muy interesantes y entre el 50 y el 60% de la gente en prácticas consiguen un trabajo”.

Puede dar la sensación de que con el sistema danés quien más gana es la empresa porque tiene a un trabajador en prácticas que le cuesta cero, no tiene nada que pagarle a Iván, porque lo paga todo el Estado. El orientador laboral lo reconoce: “Gana la empresa y el candidato”. Eric, quien controla que Iván busque trabajo al menos dos veces por semana, explica que quieren ser los entrenadores de los parados: “Queremos que nuestros candidatos estén en forma para buscar trabajo”.

Con un trato como el que recibe Iván en el jobcentre, sus esperanzas para encontrar trabajo son altísimas: “Mi esperanza es que este plan que hemos desarrollado, como hemos hablado, cuaje en un puesto de trabajo. Primero, en el que estoy interesado. Y segundo, que puede ser estable”. Eric lo ve claro: “está en contacto con una empresa, se desarrolla como profesional, la empresa tiene a una persona que puede hacer un papel importante en su empresa y son las mejores bases para llegar a un acuerdo definitivo”, asegura.