La fecha elegida para la consulta soberanista alternativa, que coincide con el 25 aniversario de la caída del muro de Berlín, se le ocurrió al presidente de la Generalitat Artur Mas. Propuso el 9N como fecha posible a los demás partidos. “Yo propuse esa fecha pero también dije que era una fecha posible. Yo no quise nunca imponer una fecha”, comenta.

Artur Mas confiesa que “no” ha hablado recientemente con el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y con Mariano Rajoy habló por última vez a finales de julio  cuando fue a Moncloa por iniciativa propia. Y es que, un periódico autonómico ha publicado que había habido conversaciones en secreto entre gente cercana al president de la Generalitat y gente cercana al presidente del Gobierno. “Es verdad, ha habido este tipo de conversaciones pero no por iniciativa de los gobiernos”, asevera.

"Cataluña quiere hacer una consulta definitiva con todas las consecuencias legales"

A Jordi Évole le choca que públicamente muestren sus confrontaciones y luego por debajo estén pactando cosas. “Si hubiera habido algún tejemaneje quiere decir que hemos llegado a un tipo de acuerdo inconfesable, casi, y no”, se defiende Mas. “Incluso en las peores batallas, siempre hay que poder hablar entre la gente”, comenta y desmiente que haya habido una “teatralización”.

El periodista de ‘Salvados’ le recuerda que en un pasado se quedó solo y que la consulta no ha salido como él quería. “Espere porque esto no se ha terminado”, asevera Mas. “Como no la hemos podido hacer como nos hubiera gustado hacerla, pues va a tener más secuencias. Esto no acaba el 9 de noviembre”, le confiesa a Jordi Évole. Y es que “Cataluña quiere hacer una consulta definitiva con todas las consecuencias legales y además con todas las garantías”.

Antes de esa consulta que anuncia, habrá elecciones plebiscitarias. “Es muy probable que la única alternativa e instrumento que nos quede para hacer esa consulta sea en forma de elecciones”, comenta el president, al menos que “el Gobierno español y las instituciones del Estado no se den cuenta de una vez por todas que hay que sentarse a la mesa y permitir a los catalanes que se puedan pronunciar en un marco de plena legalidad y de plenas garantías”.

Para esas elecciones, si hay que hacerlas, Artur Mas quiere “que no sean simplemente ordinarias, sino que sirvan para hacer la consulta que no se ha podido hacer de otra manera en Cataluña”. Es decir, quiere unas listas unitarias. “Quiero una lista conjunta con los partidos que están a favor de la consulta en Cataluña”, asegura. Además, confiesa que las relaciones con Convergència i Unió y Esquerra Republicana no “son tan buenas como eran”. “En estas últimas semanas, con Convergència i Unió y Esquerra Republicana algo se ha movido”.

Jordi Évole le plantea que si para hacer esa lista conjunta decidieran que Mas no estuviese, el president asegura que acudirá a esa negociación “sin condiciones previas”, porque lo importante “es el objetivo final”, aunque asegura que se ve “siendo candidato”.