Jordi Évole visita Utrilla y Chumillas, dos pueblos de la Serranía Celtibérica, el territorio más despoblado de Europa junto a Laponia: una zona repartida entre Aragón, La Rioja, Castilla y León, Castilla La Mancha y la Comunidad Valenciana con más del doble de superficie que Bélgica y menos de 500.000 habitantes.

En Utrilla, en la provincia de Soria, vemos cómo transcurre un día en un pueblo que que se muere: sin servicios, sin escuela y sin un solo niño. Évole pasa el día con Pedro y Eusebio, dos ancianos que se han resistido a abandonar el pueblo. Ambos cuentan cómo era Utrilla en su esplendor, cómo se fue marchando todo el mundo hasta llegar a los poco más de 50 habitantes de hoy y cómo es su día a día en un pueblo que parece resignado a desaparecer.

Évole visita también Chumillas, en la provincia de Cuenca, un pueblo que se resiste a morir. Allí, entrevista a Pedro de Verona, el alcalde, que llegó al cargo con un plan para que el pueblo sobreviviera: reabrir la escuela, que llevaba cerrada 28 años. Y lo hizo atrayendo a parejas jóvenes con niños al pueblo, dando facilidades de vivienda. Gracias a esta iniciativa, Chumillas ha reabierto la escuela, tiene ahora 15 niños y la edad media del pueblo ha descendido 40 años.

¿Por qué empezó la despoblación rural en España y por qué continúa hoy? ¿Se puede revertir esta situación? ¿Son suficientes las iniciativas de los propios pueblos como reabrir una escuela para asegurar su futuro? ¿Qué se ha hecho desde la administración para revertir este proceso?